No va a ser un mal año, pero tampoco el esperado "cosechón del siglo". Nadie como las gentes del campo saben de las certezas del refranero, como aquel que dice "mayo frío, mucho trigo". Después de una primavera esplendorosa para el cereal, los fuertes calores de mayo pararon el ciclo del grano mermando las extraordinarias previsiones. "La cosecha es buena, pero no tanto porque el calor ha arrebatado el cereal; las grandes expectativas que hablaban de producciones de cebada a 6.000 ó 7.000 kilos por hectárea en Tierra de Campos o Pan, se pueden quedar en 5.000" certifica Antonio Medina, presidente de Asaja.

No es teoría. Las cosechadoras han empezado a picar, sobre todo en Campos, Pan y Toro, y es evidente el recorte. "La semilla no ha granado todo lo bien que debería" confirma José Roales a pie de parcela. El presidente de la Cámara Agraria y agricultor cerealista de Villamayor de Campos asegura que las altas temperaturas del final del ciclo del cereal pueden "morder" de 500 a 1.000 kilos por hectárea.

"La cosecha se presentaba espectacular, pero la recta final es un momento muy crítico y la planta ha sufrido. Gracias a que tenían humedad sino se saca menos de la mitad. El calor ha metido un meneo tremendo" apunta. En Tierra de Campos y Pan además bastante cebadas han quedado tumbadas por las tormentas de los últimos días "y va a quedar mucho grano en la tierra" precisa Antonio Medina.

Aún con todos los contratiempos, el año cerealista no es malo y, en contra de lo habitual, se ha adelantado la cosecha casi 20 días. "Lo normal es empezar en San Pedro y ya llevamos una semana cosechando" certifica Roales, quien ve en estos cambios un síntoma más del "evidente" cambio climático. "Hace años incluso te metías en julio para iniciar la siega y ahora cada vez se empieza antes". Las jornadas de las cosechadoras estos días se limitan a unas horas por la tarde ya que las bajas temperaturas generan rocío por la mañana y hasta pasado el mediodía no se dan las condiciones para segar. "Con humedad no te recogen el grano, tiene que calentar el sol, y tampoco se puedes quedar hasta muy tarde porque empieza la marea".

La segunda parte serán los precios, aunque Roales no espera buenas noticias. "Ahora mismo, aunque no hay movimiento en la lonja porque la gente se está dedicando a recolectar, estamos por debajo del umbral de rentabilidad. Los precios siguen a la baja mientras el consumo mundial ha subido, no tiene ningún sentido", apunta el responsable de herbáceos de Coag. Antonio Medina advierte de la tentaciones especuladoras que provocan una caída de precios, que "no se justifica porque hay demanda; las multinacionales especulan y no se puede estar con los precios de hace 30 años. Ya puedes tener rendimiento de 5.000 kilos por hectárea que si te lo pagan a 22 pesetas (de las de antes), mal negocio hacemos". El tiempo dirá si la tendencia cambia y el grano empieza a cotizar al alza. De momento es la época de recolección.