Las tormentas de rayos, agua y pedrisco golpearon ayer la provincia de Zamora en diversos puntos causando daños, en casos, más que notables y obligando a intervenir a profesionales de diversos servicios.

Sobre las 10 de la mañana un rayo golpeaba la veleta que corona el campanario de la iglesia de La Asunción de Nuestra Señora en Valdefinjas y partía la espadaña a la mitad. "Se oyó como una bomba en todo el pueblo", describía el alcalde, Francisco Javier Muñoz. Las piedras y la veleta fueron a parar al suelo, a los pies del templo.

Ya por la tarde, hacia las seis, las lluvias se intensificaban en el norte de la provincia y sorprendieron en Villalpando a los vecinos que disfrutaban del domingo en las terrazas de los bares. En algo menos de media hora cayeron cerca de 40 litros de agua que inundaron varias calles, sobre todo en los alrededores del Parque de Venus o Parque de Adolfo Suárez. Al menos no cayó granizo, como sí sucedió en la vecina localidad de Prado.

Durante toda la tarde efectivos de Medio Ambiente debieron intervenir en el incendio forestal originado hacia las 15.00 horas a la altura de Peña Cueva, entre los términos locales de Cobreros y Sotillo. Entre los medios intervinientes estuvo un helicóptero que cargaba en la laguna de Sotillo.

Se trata de un escenario especial por hallarse en el parque natural Lago de Sanabria y Sierras Segundero y Porto

El punto concreto del incendio se apuntó entre las Veigas de Cobreros, más arriba de Peña Cueva. Las llamas afectaba a zona de pasto y monte bajo. Ayer se desconocía el origen del fuego.

Asimismo, durante la jornada de ayer no faltó una tormenta de pedrisco de considerable grosor que azotó la zona de Palacios del Pan afectando a los árboles frutales y a los huertos. Estas tormentas llegaron tras un sábado de calor que empujó a muchos zamoranos a desplazarse desde la capital a sus segundas residencias en los pueblos o al Lago de Sanabria.