La Denominación de Origen Arribes ha pasado en los tres últimos años de las 404.023 a las 826.852 contraetiquetas, según informan desde la propia DO.

Consumidores de todas las comunidades y de una treintena de países, disfrutan de vinos blancos, rosados y tintos con una personalidad única, fruto de la unión de un clima con características mediterráneas particularmente beneficioso para el cultivo de la vid, de suelos graníticos y pizarrosos dotados de una composición única y de un viñedo de más de 70 años de variedades autóctonas (Juan García, Bruñal, Rufete,...) y foráneas (Tempranillo, Syrah, Mencía, Malvasía...) perfectamente adaptadas a la zona.

Fuentes de la DO Arribes señalan que "los resultados son reflejo del gran trabajo que, a lo largo de los años, han venido realizando las bodegas y viticultores, en el que las 17 bodegas inscritas en el Consejo Regulador y los 190 viticultores, consiguen dar una personalidad única a las 270 hectáreas de viñedo amparadas en la Denominación".

Aproximadamente un 15% con presencia en países como Bélgica, Alemania, Dinamarca, Suiza, Reino Unido, Francia, Noruega, República Checa, Estados Unidos, México, Colombia, China o Japón.

La Denominación de Origen Arribes está enclavada en un espectacular territorio, incluido dentro de la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica y del Parque Natural de Arribes del Duero. Río Duero que, unido a otros afluentes como el Tormes, el Águeda y el Uces, han horadado el zócalo granítico formando un paisaje mágico.

Los vinos amparados por la DO Arribes se caracterizan por su perfil aromático que les diferencia de otras zonas, por una acidez natural que les aporta frescura y, en el caso de los tintos, por una alta concentración de polifenoles y aromas a fruta compotada y madura.