"Por primera vez veo a los Reyes Magos" dijo Amelia. La frase podría ser la de la una niña que vive su primera cabalgata y se lo comenta a sus padres mientras la ilusión recorre su cuerpo. Podría ser la de una niña de Abelón u otro de los pueblos zamoranos y que acude a la capital para vivir la noche más mágica del año por primera vez, algo que no llega a la gran mayoría de las localidades zamoranos o, al menos, no llegaba. Pero no, Amelia no es una niña que vive una de sus primeras Noches de Reyes.

Amelia tiene casi 97 años y vive en Abelón, allí donde nunca hubo cabalgatas, donde durante muchos años los Reyes Magos apenas llegaban porque la mayoría de las familias no tenían para regalarle a sus hijos y donde las tradiciones apenas pueden mantenerse por la falta de vecinos. Esos pueblos de la España Vaciada que apuestan por las tradiciones para hacer algo más feliz la vida de los que todavía quedan.

Abelón estrenaba este año la Cabalgata de los Reyes Magos para hacer que la ilusión de los niños de la localidad fuera la misma que la de los niños que crecen en una ciudad donde está normalizado vivir la Cabalgata. No son muchos los niños que quedan o van a Abelón, pero todos los niños acudieron a ver a Sus Majestades y, sin embargo, no fueron ellos quienes más disfrutaron.

José Antonio Leal Rodríguez, alcalde pedáneo de Abelón, fue el encargado de crear esta tradición y llevar a los Reyes Magos a su pueblo y, aunque esperaba que los niños disfrutaran los que más, fueron los más mayores de la localidad los que volvieron a ser niños y a disfrutar con la Cabalgata. Precisamente Amelia es la abuela se José Antonio y cuando pudo hacerse una foto con los Reyes Magos le confesó a todos los presentes que nunca los había visto, nunca había estado en una Cabalgata y aunque había vivido muchas Noches de Reyes, 96 concretamente, nunca había vivido tan de cerca la tradición.

Otra vecina del pueblo, que seguramente había tenido una vida bastante paralela a la de Amelia, tampoco quiso perderse el paso de Sus Majestades por las calles de Abelón y esta tradición de reciente creación congregó a decenas de personas, más de un centenar, alrededor de la lumbre en la plaza del pueblo.

"Para mí fue un día muy grande, con mucho nerviosismo durante el día, con mucha ilusión por la tarde, y con muchas emociones por la noche. Hubo un momento que me tuve que esconder para llorar, pero lloré de alegría. De ver a la gente de Abelón, que es lo que más quiero, unida, ilusionada y participativa por esta causa. Tengo 35 años y no recuerdo nunca un día de Reyes a más de un centenar de personas alrededor del fuego en la plaza del pueblo, esperando con ilusión la llegada de los Reyes Magos" explicaba José Antonio Leal Rodríguez sobre la experiencia de la Cabalgata de los Reyes de Oriente en Abelón.

El alcalde pedáneo de Abelón todavía se emociona cuando recuerda la ilusión que le hizo a su abuela y a otros habitantes de la localidad la visita de Sus Majestades de Oriente: "Para mí eso es lo más grande que pudo pasar ayer (por el domingo), porque da igual la edad que tengamos, todos dentro llevamos un niño. Y nunca es tarde para vivir todas estas ilusiones" exponía José Antonio Leal Rodríguez.

Esta experiencia y la masiva participación en la iniciativa han sido el impulso definitivo para repetir el próximo año y para tratar de llevar a cabo iniciativas diferentes durante todo el año que sirvan para que los foráneos regresen durante unos días y para que los mayores del pueblo disfruten con tradiciones que no pudieron vivir.