Una sentencia de la Sala Segunda del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha autorizado excepciones a la prohibición de la caza del lobo siempre y cuando se justifique que no existe otra opción, lo que podría abrir la puerta a la posibilidad de que pueda cazarse esta especie al sur del río Duero, aunque de forma "limitada".

Esta sentencia, con fecha 10 de octubre de 2019, viene a interpretar una serie de aspectos dudosos de la Directiva 92/43 relativa a la Conservación de los Hábitats Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, y en ella reconoce que no es contrario a la Directiva el que se autorice la caza como forma de gestión de las poblaciones de determinadas especies protegidas como el lobo, siempre que se haga por la vía de la excepción y que se justifique que no existe otra solución satisfactoria y que tal excepción no perjudicará el mantenimiento de las poblaciones de las especies en su área de distribución natural.

Aunque la sentencia ha llegado a raíz de un planteamiento realizado por Finlandia, para la Fundación Artemisan, lo recogido en esta sentencia podría ser de aplicación en España para las poblaciones de lobos situadas al sur del río Duero, donde tiene la consideración de especie protegida y donde, por lo tanto, su caza está prohibida.

A pesar de ello, sus poblaciones han aumentado de forma "muy considerable", produciendo "importantes daños" a las ganaderías de la zona. Para evitarlos, las autoridades competentes autorizan de forma "limitada" un control de poblaciones que solo pueden realizar los agentes forestales. "A partir de esta sentencia no debería haber inconveniente en que este control de poblaciones a través de la caza lo hagan los propios cazadores", estimaron.

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Castilla y León, Aurelio González, consideró hoy que esta sentencia dará "un espaldarazo" a la defensa de agricultores y ganaderos de los ataques de la fauna salvaje en la Comunidad, porque "refrenda" que empieza a haber una preocupación "de verdad" por la despoblación y por la protección de los profesionales del campo.

"Siempre hemos pedido un control poblacional porque había superpoblación de lobos y que teníamos derecho a proteger las explotaciones, y si hay un problema de sobrepoblación, se pueden cazar perfectamente", añadió González, quien reconoció que ya se ha hecho llegar esta resolución a la Consejería, con quien se debatirá este y otros asuntos en una reunión prevista para la próxima semana. "Estamos preocupados".

Y es que los daños provocados por la fauna salvaje se han convertido en una de las principales preocupaciones de agricultores y ganaderos, que supone "un grave problema", y no solo en el caso del lobo, sino también de los jabalíes, que suponen "la plaga más grave que tenemos" por los datos que ocasiona de forma directa, en accidentes e incluso por la transmisión de enfermedades.