Los bañistas de la playa Viquiellase sumaron ayer a la segunda campaña estival de recogida de colillas en la arena de la playa "Colillas por bebida" refrescos y helados para los más pequeños.

La retirada de estos residuos con gran poder contaminador en las aguas comienza mucho antes y protagonizada por las tres controladoras de entrada del tráfico en el aparcamiento de la playa. La zona de estacionamiento está limpia al máximo. Todas las mañanas estas mujeres, residentes en la propia zona, recogen decenas y decenas de filtros que los turistas arrojan al suelo sin mayores miramientos. En una mañana han recogida dos conos de la campaña y otro puñado con el que llenan una bolsa de plástico.

En el embarcadero de la playa Moránea Sanabria y en el chiringuito Viquiella, Eduardo López y Esther González llevan el peso de la campaña junto con sus trabajadores. Desde el puesto de los patines de agua se reparten los ceniceros amarillos y en el bar se cambian por el premio. La mayor parte de los usuarios a los que se les ofrecen, toman sin problemas el "contenedor" e incluso algunos bañistas -principalmente niños- piden espontáneamente el colillero.

En esta campaña colaboran el Ayuntamiento de Galende y el Parque Natural del Lago de Sanabria y Sierras Segunderas y de Porto. Las marcas comerciales también aportan su grano de arena para mantener limpia la playa.

Un grupo de adolescentes coge uno de los ceniceros mientras toman el sol acompañados de algunos adultos. A lo largo de la mañana entre los voluntarios hay unos cuantos fumadores que dan su ejemplo. Una de ellas, vecina de Ribadelago, fuma pero "nunca tiro nada a la playa". Los restos de su tabaco negro, cuando no hay cenicero, los guarda en el plástico que envuelve los paquetes de tabaco. Las primeras colillas que mete son de tabaco rubio, el filtro amarillo, es decir, de tabaco ajeno. El calificativo que se merecen estos usuarios es el de "cerdos".

Los moteros durante la concentración dejaron todo limpio.