La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Arcenillas estrena hoy la talla románica del Cristo Crucificado recién restaurada tras un pormenorizado estudio y laboriosa labor aplicada a lo largo de más de cuatro meses en toda la imagen. El Cristo, conocido como del Baptisterio por ser éste el lugar que lo acoge, es recibido con alegría y, en expresión del sacerdote Joaquín Redondo Alonso "en un día ideal" porque se inicia la Semana Santa.

El trabajo realizado por los conservadores-restauradores Manuel García y Beatriz Casanova, de "restNova Soluciones Artísticas" resultó minucioso porque la talla presentaba múltiples deterioros y desgarros: acumulación de suciedad y deposiciones de origen orgánico, ataque de xilófagos, pérdidas de material estructural, ennegrecimiento de la superficie pictórica ocasionado por oxidación de la capa de protección, apreciables grietas, ausencia de elementos (faltaban dedos, oreja, barba..) y pérdida de estrato pictórico en grandes zonas según recoge el informe de intervención. Ante esta realidad, y puesto el Cristo en el taller, la restauración conllevó significativos tratamientos.

El restaurador Manuel García señala que "el mayor reto era descubrir lo que había debajo del repinte blanco", hallándose en el cuerpo una "repolicromía con calidad porque hasta se hicieron goterones de sangre". Tras practicar algunas catas en las zonas menos visibles, eliminando la repolicromía, se optó por mostrar el tono original del artista. García pone de relieve que se optó por dejar la policromía original. Destaca "el virtuosismo" del desconocido artista, que talló una figura "de ojos no anatómicos" y que llaman la atención "por su caída", y por la desproporción de otras partes del cuerpo como los dedos y los pies.

El Cristo Crucificado fue ayer de nuevo colocado en el Baptisterio y enriquece así una iglesia de sorprendente valor artístico por contar las famosas tablas del S.XV, obra de Fernando Gallego.

La parroquia hizo un llamamiento a la solidaridad de los feligreses para financiar la restauración del Cristo románico y la respuesta fue alabada ayer por Joaquín Redondo.