Agentes del Seprona detuvieron el pasado lunes a un varón, vecino de Fermoselle, como supuesto autor de un delito contra la fauna, flora y animales domésticos. Esta misma persona está siendo investigada por el incendio de hace dos años en Arribes del Duero que calcinó 3.000 hectáreas de superficie.

Según la Guardia Civil, el detenido habría usa veneno que causó la muerte de tres perros; y se le intervinieron, además de una determinada cantidad de veneno en grano, seis cepos de caza mayor así como varias mechas listas para su uso. Tras ser puesto a disposición judicial y tras tomarle declaración, el juez de guardia decretó la libertad con cargos del vecino de Fermoselle.

La investigación por el uso de cebos envenenados se inició el 13 de noviembre de 2018 cuando la Guardia Civil tiene conocimiento de la muerte de un perro en una localidad de la comarca de Sayago, que fue localizado por los agentes sin poder determinar la causa del fallecimiento.

Al día siguiente, dos vecinos de esa localidad, interponen dos denuncias, poniendo en cocimiento del Juzgado la situación que habían sufrido varios perros, los cuales habían aparecido muertos. Ese mismo mes de noviembre, agentes de la Sección Seprona de la Guardia Civil, apoyados por componentes del Grupo Cinológico del Pardo (Madrid), con un perro especialista en detección venenos, iniciaron la investigación para esclarecimiento de las posibles causas de la muerte de los animales.

Tras la búsqueda de las causas por los alrededores del paraje donde habían aparecido los cadáveres, se inspeccionan varias parcelas y dentro de una finca vallada, en una nave de aperos, se localizaron e intervinieron, seis cepos de caza mayor, un bolso con siete mechas incendiarias listas para sus uso y una sustancia granulada que pudiera ser veneno, la cual se recogió para su posterior análisis.

Como consecuencia de estas aprehensiones, las mechas incendiarias se trasladaron al juzgado de Instrucción nº 3 y se ampliaron las diligencias referentes al incendio ocurrido en Fermoselle, en el verano de 2017, donde se calcinaron más de 3.000 hectáreas, y en cuyas diligencias estaba relacionado el detenido.

Asimismo la Guardia Civil comunicó a la autoridad competente de la Junta de Castilla y León la posesión de seis cepos de hierro para caza mayor, infracción a la Ley 4/2015, de 24 de marzo, del Patrimonio Natural y Biodiversidad, lo que inició el correspondiente expediente sancionador.

El Seprona remitió el producto intervenido al Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, colaborando en la investigación el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, el cual se hizo cargo del perro localizado muerto, que fue remitido a un laboratorio de referencia, para su análisis.

Este mes de marzo actual los resultados de los análisis determinaron que la sustancia localizada se trataba de Aldicarb, así como la causa de la muerte del perro, donde la necropsia realizada al animal resultó dar positivo, determinando la muerte por ingesta de cebo de grasa envenenado.

Con estos resultados de los análisis y la relación de los hechos acaecidos, se procedió a la detención del vecino de Fermoselle como supuesto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos. La Guardia Civil puso a disposición judicial al detenido junto a las diligencias policiales en el Juzgado de Guardia de Zamora y tras tomarle manifestación decreto su libertad con cargos.

La Directiva 91/414/CEE prohíbe comercializar o utilizar productos fitosanitarios que contengan Aldicarb. Las autorizaciones de productos fitosanitarios que contenían Aldicarb tuvieron que retirarse del mercado antes del 18 de septiembre de 2003, al ser una sustancia altamente tóxica, responsable de la mayoría de casos por envenenamiento que sufre la fauna y animales domésticos.