No es una frase hecha. Es literal. El semáforo que regula el tráfico en la coronación de la presa de Villalcampo pende de una cuerda con la que se ha sujetado el brazo de la estructura para evitar que caiga al suelo. Testigos de esta imagen, usuarios de esta carretera que utilizan muchos vecinos de pueblos de Sayago para enlazar con la N-122 hacia Zamora, o en dirección inversa hacia Portugal, llevan meses ("unos cuatro" precisan), observando atónitos la imagen del semáforo prácticamente en el aire. "Es un peligro total porque puede fallar la cuerda o un viento fuerte y desplomarse" denuncia una persona.

El chapucero sostenimiento del semáforo se ha debido a la rotura de la base, producida probablemente por el golpe de un vehículo.

Fue en el año 2012 cuando la empresa Iberdrola procedió a la instalación de semáforos en ambos lados de la presa de Villalcampo con el fin de regular la circulación de vehículos que utilizan este paso de la carretera regional ZA-324, que enlaza Ricobayo con Portugal, a través de Moralina, Torregamones y Miranda do Douro. El objetivo era dar mayor «comodidad» a los conductores que atraviesan la presa.

La instalación de la señal luminosa no obstante causó controversia pues hay conductores que consideran «una pérdida de tiempo» las esperas a la entrada de la presa cuando apenas existe movimiento de vehículos.