-¿Con unos servicios de calidad el mundo rural se puede considerar como un espacio de oportunidades o lo damos por perdido?

-A corto o medio plazo no soy especialmente optimista con la idea de que los poderes públicos vayan a ser capaces desarrollar políticas adecuadas para revertir lo que está pasando. Pero sí estoy íntimamente convencido de que el futuro a corto y medio plazo de buena parte de la sociedad española va a pasar por el medio rural. Por todas las cuestiones de las que hemos hablado, cambio climático, crisis energética, el crecimiento de la desigualdad. Muchos economistas hablan de ruralizar la economía en el sentido de que el medio rural vuelva a ser productor de recursos. El porcentaje de alimentos que producimos en España respecto a lo que consumimos no llega al 24%, en el supermercado ves que muchos alimentos vienen de fuera y todo eso se basa en la época del petróleo barato. Pero se va a terminar y entonces el medio rural va a tener que volver a producir, no como lo está haciendo ahora en agricultura industrial sino volviendo a producir alimentos. Por ejemplo mediante horticultura o invernaderos de alta tecnología (en Salamanca hay un proyecto en marcha con participación del CSIC), que es mucho más intensivo en empleo en el medio rural. O mediante la instalación de energías renovables porque vamos a tener que recambiar nuestro modelo energético y ¿dónde hay sitio para las energías renovables?, en el medio rural. O en políticas de reforestación porque necesitamos también luchar contra el cambio climático, la desertización, la falta de agua, es necesaria una gestión. Todo pasa por mirar hacia nuestro medio, cómo conservarlo, cómo cuidarlo, cómo explorarlo y ahí el mundo rural es el futuro.

-Tiene una visión pesimista a la vez habla de la gran oportunidad que se presenta a corto y medio plazo.

-Es que creo que no nos va a quedar otro remedio. No confío en que los políticos lo vayan a hacer pero es que nos va a tocar hacerlo.

-¿Cuándo habla de medio y largo plazo a qué tiempo se refiere, cuánto va a poder aguantar este modelo actual?

-Antonio Turiel, científico del CSIC que estudia las reservas de petróleo en España, plantea el agotamiento de los combustibles fósiles en un horizonte no muy lejano. La cuestión es que de momento puede seguir habiendo petróleo pero no al precio actual; entonces a lo mejor tenemos que dar la vuelta a todo esto en diez años o quince años, quién sabe. Lo que tengo claro es que lo voy a ver.

-¿Entonces no se tendrían que estar tomando ya medidas concretas?

-Desde luego, por ejemplo una fiscalidad específica para las empresas radicadas en zonas afectadas por la despoblación. Porque ahora mismo cualquier emprendedor que esté en el medio rural es un héroe y no se le puede pedir a la gente que sean héroes. La gente tiene que dedicarse a trabajar, no hacer esfuerzos sobrehumanos para sacar adelante su actividad. Igual que en Canarias o en Ceuta y Melilla hay una fiscalidad específica que tiene sentido debido a su singularidad geográfica, las empresas de zonas despobladas tendrán que tener unas condiciones especiales. No es normal que desarrollando su actividad en zonas de gran despoblación tengan que pagar los mismos impuestos que en Madrid. Esas cosas sí que habría que plantearlas.

-Es algo de lo que se viene hablando pero no se han dado pasos, una discriminación positiva que favorezca el asentamiento en el medio rural.

-Hay proyectos piloto, por ejemplo de custodia del territorio, de tal forma que alguien que tenga una cabaña ganadera pueda complementar su actividad profesional por el beneficio que supone el hecho de estar conservando la actividad, manteniendo el campo, el paisaje, la biodiversidad.

-Entonces concluye hay motivos para la esperanza.

-Yo no me creo que desde los poderes públicos vayan a poner el freno a desafíos como el cambio climático, pero sí estoy convencido de verdad, y yo estoy implicado en el medio rural, de que hay posibilidades. Lo que pasa es que hay aplicar medidas a corto plazo, desde luego. Insisto, con un buen acceso a Internet habría mucha gente que está viviendo en la gran ciudad que podría trabajar desde casa y criar a sus hijos en un entorno fantástico. Y hay que ayudar a la gente que tiene un negocio, monta una empresa o está manteniendo actividades ganaderas o artesanas. No es tan complicado, lo que no podemos es pensar que haciendo lo mismo vamos a tener resultados diferentes.

-El Programa de Desarrollo Rural 2014-2020 de Castilla y León no ha sido tampoco capaz de frenar el vacío demográfico, ¿qué alternativas quedan?

-Estamos inmersos en un modelo de capitalismo neoliberal, turboneoliberal, con un sistema productivo que está llevando la población a la costa mientras el centro se está vaciando. Y cuando hablamos de aprovechamiento de recursos naturales al margen de la población local me refiero por ejemplo a zonas que se despueblan donde se instalan macrogranjas, un problema que existe en Zamora y otras provincias de la Comunidad; o el aprovechamiento de recursos forestales. Hay muchos elementos que hacen que, aunque se apliquen una serie de medidas o la Unión Europea aporte fondos, ante esta dinámica económica qué pueden ser tres millones de euros contra una economía productiva que se centra en las costas. En Castilla y León está el eje de desarrollo industrial Burgos-Valladolid y el resto estamos a producir actividad primaria, ganadería.

-Hay un territorio amplísimo y fértil para que se puedan hacer muchas cosas.

-Estoy convencido de que hay una serie de límites al modelo imperante, la cuestión climática, la cuestión energética, la cuestión social y creo que va a llegar un momento en que de una manera u otra hay que dar una vuelta al modelo de funcionamiento económico. Y ahí el futuro es el medio rural.