Un ataque del lobo se saldó, el último día del año, con una vaca y su ternero muerto, en Codesal, en el término municipal de Manzanal de Arriba. El ataque ocurrió a primeras horas de la madrugada del día 30 al 31 de diciembre. Un vecino que pasaba por la zona, avisó poco después de las nueve de la mañana de la escena que estaba contemplando, un lobo tirando de la cría, parcialmente comida por los depredadores mientras la madre yacía muerta a escasos metros.

Los animales de la explotación propiedad de Oliver Castedo se encontraban en el interior de una finca cercada situada a unos 300 metros del casco urbano de Codesal. Los animales de la explotación estaban además custodiados por 6 mastines, ya que el término está enclavado en la Sierra de la Culebra, el territorio de mayor concentración de lobos de la Europa occidental. La hembra, de raza charolesa, estaba en trabajos de parto cuando sufrió el ataque de la manada. Las nodrizas de la explotación se encuentran en estos momentos en un periodo de partos, por lo que se extrema el cuidado de los animales. "Esto no lo ha hecho un lobo solo," afirmaban testigos que presenciaron la escena de madre y cría.

El ganadero titular de la explotación había tomado precauciones desde el pasado verano, tras avistar una manada de 16 lobos en el monte Tras Sierro, en una zona de pastoreo. La medida fue trasladar a las reses a zonas más próximas al pueblo. En esa misma época sufrió el ataque de lobos a novillo joven de año y medio, al que desgarraron los cuartos traseros y precisó tratamiento veterinario. Desde hace 10 días en la explotación echaban en falta uno ternero, pero al no poder encontrar sus restos, no efectuaron la denuncia correspondiente.

El valor de los daños ronda los 2.000 euros, ya que la hembra nodriza era un ejemplar seleccionado e inseminado adquirido a la un criadero de Mombuey, que selecciona los ejemplares para la reproducción. Un animal que "con 1.500 euros no se repone" denunciaba la familia afectada. A la pérdida del animal hay que sumar la cría y el lucro cesante porque es un ejemplar que deja de producir para el futuro nuevos terneros.

El ataque ha sido denunciado a la Guardería Medio Ambiental de la Reserva Regional de la Sierra de la Culebra.