El panorama cinegético para los aficionados a la caza menor en la provincia pinta mejor que en los últimos años. La perdiz, que en la campaña pasada prácticamente "desapareció" de muchos cotos zamoranos, crió bien en primavera debido sobre todo a la humedad adecuada para la eclosión de los huevos que propició la abundancia de lluvias y aparentemente se ha recuperado. No obstante, José Antonio Prada, delegado provincial de la Federación de Caza en la provincia recomienda que se retrase la apertura de la campaña de la "patirroja" hasta que "esté más fuerte" y "pueda defenderse mejor". El año en liebre es bueno y en conejo es excelente. Mañana se inicia la temporada, que se prolongará hasta finales del próximo mes de enero, si alguna sentencia judicial no lo impide.

Prada asegura que "se ven más perdices" que en los últimos años, "desde luego muchas más que en la campaña pasada, que fue nefasta para la reina de la caza menor", pero aún así recomienda a los cotos que retrasen la apertura "para dar ventajas a la patirroja, que se defiende mejor en el tiempo frío". Algunos sociedades de cazadores, sobre todo de las comarcas del sur de la provincia, tienen previsto "esperar hasta bien entrado noviembre antes de permitir la caza de la perdiz".

Aunque hay un dicho cazador que habla de que la buena crianza del pelo y de la pluma nunca se dan, este año se rompe porque la temporada se presenta bien para perdices, liebres y conejos. La "rabona" se ha visto más por los pagos zamoranos que en la campaña pasada. Afortunadamente, según asegura José Antonio Prada, en Castilla y León no se han detectado casos de mixomatosis en liebres, como sí ha ocurrido en otras comunidades autónomas.

La gran población de conejos se ha convertido en casi una plaga en algunos cotos. De hecho será la especie más "castigada" el primer día de la temporada. En algunas zonas incluso se permitió su captura durante la media veda por petición de los propietarios de terrenos. Los daños causados por esta especie siguen siendo muy importantes, aunque este año se han notado menos por la abundancia de "masa vegetativa" en al campo.

Miles de cazadores zamoranos saldrán mañana al campo con la ilusión intacta. La actividad cinegética en los últimos tiempos se ha convertido en renuncia y eso lo saben, cada vez más, sus practicantes. Los cotos han establecidos normas, cupos y horarios, que hay que cumplir a rajatabla para propiciar que esta actividad sobreviva. En los últimos años, las sentencias en contra de la legislación cinegética de Castilla y León han sido numerosas. Los cazadores lo saben y siempre están "con la mosca detrás de la oreja", en expresión muy popular y que define la situación.