La sequía que golpea a Sayago mantiene los cauces de las riberas resecos así como las charcas donde abrevan los ganados bajo mínimos y los campos polvorientos y sin pasto verde alguno. Sin apenas cadozos, la vida piscícola que alegra algunas riberas, como la de Badilla, desaparece y parece refugiarse en pozo artesanos construidos en las fincas aledañas destinadas al riego, y que se llenan por la conexión al cauce de la ribera cuando ésta lleva corriente de agua.

"Estamos perdidos. No corre un regato y todo es a base de pienso, forraje y silo. Yo tengo una parte del ganado en los espigaderos de Jambrina; lo cuida un señor y eso cuesta dinero. Sacas el ganado al campo para que tome el sol y el aire!" expresa el ganadero de Tudera, José Luis Pascual, que afirma que "antes no se veían las terribles riadas que ahora se dan en otros puntos del país".

En su criterio, si llegan con esta fuerza a Sayago "arrancaría puentes y marcharía con paredes y destruiría los pozos" por la maleza que invade la zona.

El ganadero de Cibanal, Javier Álvarez, afirma que el ganado aguanta en el campo "porque aprovecha la hierba seca que permanece tras darse una buena primavera, y que no se estropea mientras no llueva", pero afirma que "hay pueblos que están arrasados y sin nada".

También el ganadero de Fornillos de Fermoselle, Manuel Bárbulo, destaca la mala situación que atraviesa el sector ganadero por la sequía reinante. "Está tan malo como el pasado año. En septiembre parecía que todo iba a ir bien, pero no hay bellota ninguna, ni de encina ni de alcornoque. Las ovejas corren de árbol en árbol y no pillan nada. El agua de agosto meló el fruto. Para colmo, el cordero ha bajado 40 céntimos y el pienso subiendo".

Bárbulo expresa que debido a la sequía la gente no ha sembrado y aquello que ha nacido se está secando". "Ahora, añade, se echará el frío encima y aunque siembre se dará mal".

José Luis Pascual manifiesta que "la Administración no se está dando cuenta de lo que prepara en el medio rural, con poca gente y desesperaos. Desaparecemos pronto. Aquí no se puede hacer turismo rural. El día que dejen de andar tractores y todo terrenos esto es a fauna. Se llena la boca con despoblación pero no hacen nada y todo son todo trabas para todo. Si vivieran aquí, día a día, sabrían de los problemas: cortas zarzas para limpiar el campo o ramajos para dar de comer al ganado o cortas un carrasquero o cortas una rama porque tropieza el retrovisor del coche tienes problemas, si echas tierra para arreglar un camino problemas. La gente se cansa. Si tienes ganado tienes problemas, si tienes perros también molestan. Los ecologistas defienden la fauna pero lo son porque estamos cuatro personas por aquí. La gente no quiere tirar por el sector ganadero porque hay muchas trabas; inspecciones, denuncias cada dos por tres en la Unidad Veterinaria. Estamos doce y catorce horas al día y las cuentas no salen. Yo hago menos dinero que mi padre, y tengo 500 ovejas y mi padre tenía 180".

El ganadero fermosellano Ángel Manuel Díez expresó ayer que todavía no tiene problemas de pasto con el ganado de ovino.

Con la sequía imperante en la comarca de Sayago, los ganados recorren los campos con cierta desesperación tratando de aprovechar escenarios que la humedad mantiene en mejores condiciones.

El ganadero de ovino Domingo Herrero, de Fresnadillo, indica que "los ganados se mueven más cuando la sequía deja sin pasto verde el campo". Es la visión que estos días ofrece Sayago: los ganados peregrinando sin parar en busca de agua y pasto.