Asovino inauguraba ayer su nueva sede en el polígono industrial Campo de Aviación I de Coreses, una gran nave a pocos metros de las autovías A-11 y A-66 que todavía huele a nuevo y que cuenta con una moderna sala de despiece y envasado que entrará en funcionamiento dentro de muy pocos días con el objetivo de triplicar la capacidad de procesamiento hasta los 300.000 lechazos al año, casi el triple del número de canales comercializados por la cooperativa en 2017, que fueron 120.000. Además, contar con sus propias instalaciones en Coreses permitirá a la empresa zamorana reducir costes de producción al dejar la nave que actualmente tiene arrendada en la provincia de Valladolid.

A la inauguración asistieron los principales representantes de las Administraciones públicas, del cooperativismo y del sindicalismo agrario que fueron recibidas por el presidente de Asovino, Jesús Ramos Rodrigo, y por su gerente, Eduardo Marcos Carreras. Entre ellas, la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, quien trasladó su enhorabuena a Asovino por su trabajo "que va a permitir una mayor diversidad en la transformación de los productos, y ahondar no solo en la producción de calidad, que en Castilla y León y en Zamora ya está asegurada, sino también en la capacidad de dar a los consumidores productos que realmente están demandando y que hasta el momento no estamos siendo capaces de poner en los lineales con todo el volumen que el mercado requiere".

Asimismo, la consejera alabó que Asovino no solamente va a triplicar su capacidad de sacrificio y despiece, sino que además va a triplicar el empleo. Hasta ahora, en la sala de despiece de Laguna de Duero cuentan con seis empleados que conservarán sus puestos, pero contratarán otros nuevo a medida que crezca la producción.

De esta forma, la cooperativa pretende aumentar su capacidad de comercialización para llegar a nuevos mercados, como los países árabes y Asia, zonas del mundo donde el consumo supera a la producción nacional. Por eso las nuevas instalaciones permitirán el sacrificio mediante los ritos "halal" (musulmán) o "kosher" (judío). "Nuevos mercados, más producción, mayores beneficios y más empleo que es en definitiva lo que tenemos que impulsar dentro del sector primario en el mundo rural", resumió Marcos.

El nuevo edificio de Coreses permitirá a Asovino ofrecer a sus clientes distribuidores un amplio catálogo de productos que van desde canales completas hasta el despiece de piernas, paletillas, chuletillas, mollejas, manitas, cuna, carret o cuello, refrigeradas o congeladas. La zona de producción ocupa 1.400 metros cuadrados y está equipada con seis salas de refrigeración que permiten almacenar hasta 4.000 canales a la vez a una temperatura de entre 2 y 4 grados centígrados. El almacén de congelado tiene capacidad para conservar 110 toneladas de producto a 20 grados centígrados bajo cero, tras haberlo sometido a temperaturas de 40 bajo cero durante 24 horas.

Asovino es una cooperativa de primer grado que agrupa a 320 ganaderos y tiene a 16 personas empleadas. Su facturación en el último ejercicio económico ascendía a los 19,6 millones de euros. Por ahora su principal actividad económica es la comercialización de leche de oveja, que en 2017 ascendió a los 13 millones de litros, también vendió 250.000 litros de leche de cabra. En cuanto a la carne, el 20% de los canales comercializados estaban amparados por la IGP Lechazo de Castilla y León, con la marca "Asovino", y el resto se vendió etiquetado con el sello de "Tierra de Sabor" bajo la marca "Lechacito".