Alcañices, pueblo más grande y con más población de la comarca de Aliste, Tábara y Alba, reabrió en la noche del martes al miércoles las verbenas populares y con ellas la polémica de una Plaza Mayor, ya de por si pequeña, obligada a compartir su espacio: zona empedrada para el baile y asfaltada para el tráfico.

Una valla metálica, instalada sólo durante la noche, evitaba o por lo menos lo intentaba que las personas participantes en la verbena se fuesen por despiste a la carretera Nacional 122 por donde, como ya es habitual, es continuo el tránsito de trailers de transporte internacional de gran tonelaje.

En una cosa coincidían la mayoría, los alcañizanos y foráneos: "La solución está en la construcción de la variante de la Nacional 122 y su conversión en autovía" y sentenciaban: "Porque sino tarde o temprano va a ocurrir alguna una desgracia y gorda". Además "Ha que tener en cuenta que los camiones tienen que girar, hay curva, justo en la Plaza Mayor. Mejor ni pensar que pasaría si uno pierde el control y termina en medio del baile".

Este temor se funda en que días pasados un trailer portugués de gran tonelaje reventó una rueda en plena travesía de Fonfría y a punto estuvo de salirse: "Si estamos a su altura nos podría haber matado" señala un testigo, Jesús Lira del Río, ex Guardia Civil de Tráfico. La misma situación vivida en la verbena del martes durante la actuación de Breixa Band, volvía a vivirse esta pasada noche con la durante los bailes con la orquesta Ledicia y lo mismo sucederá hoy jueves con el grupo Nazaret y mañana con Nebraska.