El sistema de abastecimiento de agua de Villaralbo ha sufrido un nuevo sabotaje, el segundo en solo dos meses. El objetivo del acto vandálico ha sido el mismo: el autómata que conecta el depósito con la potabilizadora y con cuya señal se activa el servicio de agua.

En esta ocasión los vecinos empezaron a notar falta de presión el domingo por la noche y finalmente terminó por no llegar agua a las casas. Los operarios municipales acudieron a la potabilizadora y allí descubrieron que la antena del autómata había sido arrancada y arrojada fuera del recinto.

"No tenemos ni idea de quién ha podido ser pero ya hemos presentado una denuncia", señaló la alcaldesa, Ana Belén González, a este diario.

El destrozo ha provocado el vaciamiento casi completo del depósito y la consecuente falta de presión en todo el pueblo. En cambio, la potabilizadora no sufrió daños y siguió trabajando con normalidad.

Para mitigar los efectos cuanto antes, el Ayuntamiento solicitó el apoyo de la Diputación de Zamora, que ordenó el envío de cinco camiones cisterna para rellenar el depósito de tal modo que, el lunes por la tarde, bastantes domicilios contaban ya con un servicio aceptable de agua. "En las casas más alejadas o en las que tengan dos plantas tardará más en llegar", explicó la regidora de Izquierda Unida. González también subrayó que la calidad del agua está garantizada porque la que procede del depósito pasa por la potabilizadora como hace habitualmente. No obstante, sí quiso hacer una llamada a la prudencia y emitió un bando en el que pedía que solo se hiciese uso del servicio de agua para consumo humano.

La Corporación de Villaralbo, en plenas fiestas de la Asunción, también se vio obligada a posponer las actividades infantiles programadas para la tarde del lunes que implicasen juegos con agua. Según ha adelantado la alcaldesa, estos eventos podrán celebrarse el miércoles si el servicio es el adecuado.

El autómata de la potabilizadora ya sufrió daños por parte de desconocidos el pasado mes de junio. Aquél suceso tuvo consecuencias más graves. Los saboteadores no se conformaron con solo arrancar la antena si no que la tomaron con toda la instalación. El Ayuntamiento se encargó entonces de la restauración del autómata cuyo coste alcanzó cerca de los 2.000 euros a las arcas municipales.