La estación meteorológica de la AEMET de Robleda-Cervantes registró ayer la temperatura mínima del país, con 3,8 grados a las siete y media de la mañana. El mercurio alcanzaba los 32,5 grados, 14 horas antes a las cinco de la tarde y tras tres días de ola de calor en la comarca. La calima apeada durante tres días dejó un ambiente sofocante, solo llevadero gracias al descenso de las temperaturas nocturnas, las mínimas nocturnas en plena ola de calor fueron entre los 12,5 grados y los 9.9 grados, lo que permitía conciliar el sueño.

Las temperaturas en esta primera semana de agosto, son más propias del mes de julio. La temperatura máxima registrada ayer por la AEMET fue de 26,2 a las cinco de la tarde, con un descenso de más de 10 grados respecto a los días anteriores. La previsión para la madrugada del miércoles era de 6 grados de temperatura mínima.

Cosecha

El pasado año, la temperatura mínima registrada entre el 9 y el 10 de agosto fue de 1,9 grados. Pero lo peor se registró en julio con dos días por debajo de un grado bajo cero que heló toda la floración y dio al traste con todos los frutales, salvo el castaño de floración más tardía.

Este año la cosecha de fruta se va salvando y puede ser excepcional en manzanas, peras, ciruelas, nueces, castañas y hasta algún experimento con melocotón y kiwi. La cosecha de cerezas ha sido abundante, para compensar que el año pasado no hubo ninguna cereza debido a la sequía, salvo en algún árbol resguardado.