Nines Carrascal nació en Bermillo de Sayago, entre un mundo de "mujeres invisibles" a pesar de sus "veinte manos y cincuenta pies". Mujeres "multiplicadoras de faenas" que "volaban sobre los pucheros", para quienes "no había horas del día suficientes para terminar las jeras. Sin derecho a quejarse, sin descanso, porque todos los días eran de labor".

El relato de esta sayaguesa, productora teatral -de la compañía Histrión Teatro-, emocionó a sus paisanos. Un evocador y vibrante pregón que ha inaugurado el programa de la asociación "La Mayuela" de Bermillo, donde Nines Carrascal rememoró "el puzle de la vida", centrado en sus primeros 14 años que discurrieron en el pueblo. Con su abuela Amelia, la tía Tensi y su madre como raíz, las que "representaban todo lo que yo he querido ser".

Una infancia marcada por las "mujeres paisaje, de formas redondeadas, caderas anchas, de brazos fuertes y manos como tenazas", describió como si pintara un cuadro. Mujeres -dijo- "hechas de granito, criaturas acostumbradas al frío, asolanadas por el sol amarillo del verano, curtidas en la ventisca. Arraigadas a la tierra como si fueran jincones de una pared, completamente silenciadas por una moral muy recta que las relegaba al ámbito de lo estrictamente doméstico".

Y por ese relato transitaron las mujeres que marcaron la infancia de Nines Carrascal, reconocidas por el apellido del marido, el oficio o el negocio que regentaran. Una reveladora crónica costumbrista, un detallado óleo sobre la vida del pueblo que invitaba a recordar el Bermillo de hace décadas. Desde su vecina "la señora Teresa, la de Angulo", cargada de hijos, labradora, fuerte y trabajadora; las panaderas, Paca y Aquilina; la señora Regina, María Panero, Marina la molinera, Esperanza la de Boni, la "frágil e inocente" Lumi, Anita la de Santos que regentaba una tienda; Manuela, la de la zapatería, pequeña, ordenada, servicial.

El rosario de "mujeres paisaje" continuó con Tere, la del bazar, con sus labios muy rojos y sus uñas muy largas; doña Felisa, la maestra, también conocida por doña Chichi; la señora María, la de Araujo, "escondida tras el mostrador del hogar", mujer de "paciencia infinita, el santo Job de las golosinas"; Sole, la modista, siempre vestida de negro y perdida entre montones de ropa; Amalia, con sus palabras justas y siempre detrás del mostrador; la señora Consuelo, la de Pilo, de quien Nines Carrascal recuerda su porte; María, la de Mozo; la señora María, la lavandera, restregando aquella ropa "que olía a azulete"; Araceli en la droguería, Angelina, la peluquera; Cecilia, la madre de Lorenzo; Tere la del Capri, Carmen Mateos...

Y luego las amigas con las que Nines Carrascal compartió juegos y escuela. Estas ya con apellidos, "lo cual evidencia que algo hemos recuperado con los años, al menos un trozo mutilado de nuestro cuerpo" evocó durante la alocución ante sus paisanos. María Jesús Carvajal, Bego Renilla, Ángeles Alonso y Camino Vaquero.

Mujeres que han marcado el camino de esta sayaguesa afincada en Granada. Diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Salamanca. Licenciada en Historia Contemporánea. Universidad de Granada, Máster en gestión cultural en artes escénicas. El currículum de Nines Carrascal es extenso, con la cultura como columna vertebral de una carrera que han podido conocer sus paisanos en Bermillo a través de las representaciones de su compañía Histrión Teatro.

El compromiso con su tierra ha permitido disfrutar de teatro de primer nivel en Sayago. Un esfuerzo que Nines Carrascal y su socia, la actriz Gema Matarranz, han visto compensado con el agradecimiento y el aplauso de los suyos. Esta vez su voz se ha digerido a las mujeres, con una encendida defensa de todas esas valientes de "enorme generosidad, que nos allanasteis el camino para que tuviéramos una vida mejor".