Las abundantes lluvias de esta primavera permitirán que los agricultores de la provincia de Zamora gocen de una de las cosechas de cereal más copiosas del último lustro, según las estimaciones realizadas por la Alianza por la Unidad del Campo UPA-COAG, que calculan que se llegarán a producir unas 575.000 toneladas de grano este verano, una cifra un 33% superior a la media de los últimos cinco años.

Estos datos se corresponden a las cosechas estimadas de cebada, trigo, centeno y triticale, cuatro cereales cuyo cultivo, con 156.000 hectáreas sembradas en la provincia de Zamora, supone la principal fuente de ingresos en muchas explotaciones agrarias extensivas y, como recuerdan desde UPA-COAG, aporta a la producción final agraria -en términos brutos y a precios medios ponderados actuales-, más de 92 millones de euros, una actividad que desde los dos sindicatos agrarios consideran "de vital importancia para el mantenimiento de la estructura económica y social de la provincia de Zamora".

Si bien los responsables de estas organizaciones profesionales agrarias dicen que "no se puede calificar la campaña 2017-2018 como excepcional", las producciones medias por hectárea secano-regadío se sitúan en torno a los 2.750 kilogramos por hectárea para el conjunto de los cereales de grano, una cuantía que contrasta especialmente con los datos de la campaña anterior, excepcionalmente mala debido a la sequía.

En regadío, el cultivo de cereal podría dar en la presente campaña los mayores rendimientos del último lustro con unos 5.300 kilogramos por hectárea, frente a los 3.700 de la anterior y los 4.900 de la campaña 2015-2016, la mejor de este periodo.

Por otro lado, el cereal de secano podría alcanzar un rendimiento cercano al que se daba el pasado año en regadío, 3.500 kilogramos por hectárea, lo cual supone cuatro veces más de lo cosechado en secano en la desastrosa campaña pasada (800 kilogramos por hectárea), pero menos de los 4.000 de la 2015-2016.

Por tipos de cereal, la cebada es el cultivo que en secano presenta esta campaña 2017-2018 mejores perspectivas de rendimiento, con 3.850 kilogramos por hectárea de la producción esperada, frente a los 3.300 kilogramos por hectárea previstos para el trigo. En regadío las producciones son más estables, superando para los dos cultivos principales los 5.000 kilogramos por hectárea en todas las comarcas agrarias de Zamora. Sin embargo, las producciones finales serán muy similares para los dos cultivos principales de la provincia, de unas 250.000 toneladas para cada uno de ellos, mientras que los otros tres cereales -centeno, avena y triticale- apenas suman 75.000 toneladas y el 13% de la producción final total.

A pesar de que la lluvia abundante permitió en primavera llenar los embalses para el riego y recuperar los terrenos secos tras año y medio de sequía, las precipitaciones que se dieron más recientemente, en las fechas finales del ciclo de cultivo, dificultaron los tratamientos de enfermedades y contra las malas hierbas, lo que ha incidido de forma negativa en los rendimientos esperados y por eso la producción final -575.000 toneladas de cereal según las estimaciones de UPA-COAG- no alcanzaría las 640.000 toneladas de la campaña 2015-2016 ni las 610.000 de la 2012-2013, sin embargo, será el triple de la producción de la temporada 2016-2017 (180.000 toneladas).

Desde la Alianza por la Unidad del Campo calculan que el valor de la producción final estimada, calculada según los precios medios ponderados para el conjunto de cereales, supondría algo más de 92 millones y medio de euros, algo más de lo producido en la campaña 2015-2016 (88 millones de euros), pero bastante menos que en la campaña 2012-2013, cuando los precios fueron superiores a los de las siguientes campañas y lo producido alcanzó un valor superior a los 105 millones de euros.

La superficie destinada al cultivo de cereales en la presente campaña, 156.000 hectáreas, es similar a la media de los últimos cinco años. Disminuye en 4.200 hectáreas el suelo destinado a secano, un 3%, hasta situarse en las 1333.000 hectáreas. Por el contrario, el cultivo de cereales en regadío ha crecido en 3.9000 hectáreas, lo que representa un 20% respecto a la media de las últimas cinco campañas, situándose en las 22.600 hectáreas.

El principal cultivo en superficie en esta presente campaña 2017-2018 sigue siendo el trigo, con 68.355 hectáreas frente a las 61.856 dedicadas a la cebada y las 25.753 al resto de cereales. Sin embargo, el trigo viene perdiendo cuota de cultivo en los últimos años, habiendo disminuido su siembra en secano en torno al 10% con respecto a la media de las últimas cinco campañas. No así el trigo en regadío, que experimenta un crecimiento en torno al 30% con respecto a la media.