Moveros de Aliste en España y Constantim en Portugal, han cumplido una tradición de siglos con la romería internacional hispano lusa en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Luz, en una lluviosa jornada que por segundo año consecutivo volvió a deslucir los actos lúdicos, religiosos y comerciales impidiendo su normal desarrollo.

Tras la triste experiencia vivida en la primavera 2017 todos los miedos de los alistanos y los trasmontanos estaban en la climatología y las previsiones más pesimistas se cumplieron diezmando la asistencia de españoles y portuguesas a la que habitualmente cada año es una de las romerías más concurridas, tanto por devotos como por curiosos, de toda la Raya de España y Portugal.

La Virgen de la Luz es la protectora de la vista. Su milagro, según la leyenda, fue aparecerse en plena noche bajo in intenso e inmenso resplandor, para mostrar el camino a un mozo alistano, que regresaba de ver a su amada portuguesa en Constantim y se vio sorprendido entre la espesura de robles y urces bajo una tormenta de primavera pidiendo ayuda a la Virgen María.

El más afectado por la lluvia volvía a ser por segundo año consecutivo el mercado internacional: los comerciantes tuvieron problemas para montar su puestos y el numero de compradores se vio mermado por la climatología adversa. Las compras y ventas se vieron muy reducidas con grandes pérdidas económicas.