El Ayuntamiento de Corrales del Vino ha recibido el primer premio Fuentes Claras en la categoría de entidades locales de entre mil y cinco mil habitantes por el proyecto "En Corrales el Medio Ambiente no es flor de un día".

Es el único municipio de la provincia galardonado este año. Se da la circunstancia que Corrales ya recibió el premio Fuentes Claras hace unos años por la recuperación del quejigal de Valparaíso y el mirador del Pico del Pájaro.

Los "Premios Regionales Fuentes Claras para la sostenibilidad en municipios pequeños de Castilla y León", se convocan con la finalidad de reconocer los proyectos desarrollados en municipios de menos de 5.000 habitantes que supongan una mayor contribución a la sostenibilidad local y regional, para promover su conocimiento e incrementar su repercusión.

En las entidades locales de menos de 1.000 habitantes, el primer premio ha sido para el Ayuntamiento de Cillán (Ávila), por el proyecto "Del desarrollo local sostenible al desarrollo integral del territorio. De Cillán a la Sierra de Ávila". El segundo premio ha recaído en el Ayuntamiento de Cuenca de Campos (Valladolid), por el proyecto "Actividades didácticas, divulgativas formativas sobre procesos de construcción con tierra en la arquitectura tradicional. En la categoría de "Entidades locales de 1.000 a 5.000 habitantes" el primer premio fue para Corrales del Vino y el segundo para Lerma (Burgos), por su proyecto "Conservación y divulgación del patrimonio natural y cultural en Lerma (Burgos), realizado entre los años 2015 y 2017".

El jurado ha declarado desiertas las categorías de "Asociaciones y entidades sin ánimo de lucro" y "Empresas" por no haber proyectos merecedores de los galardones.

Estos premios comenzaron su andadura en el año 2000. En una primera etapa, los premios eran otorgados por el Ayuntamiento de San Miguel del Arroyo en colaboración con la consejería competente en materia de medio ambiente y, a partir del año 2003, se centraron en el reconocimiento de proyectos desarrollados en municipios de la comunidad de Castilla y León de menos de 1.000 habitantes.

El jurado valora la contribución a la mejora del medio ambiente y de la calidad de vida de los ciudadanos en el medio rural al promover el desarrollo sostenible del municipio en el que se llevan a cabo. Los criterios para distinguir los proyectos estarán basados en su singularidad, transferibilidad, esto es, que puedan aplicarse a otros municipios, su repercusión, las alianzas con otras entidades y su perdurabilidad, es decir, que pueda persistir en el tiempo de manera autónoma.