El Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en Zamora no puede confirmar que los cuatro jabalíes abatidos el pasado fin de semana en Abelón de Sayago sufran tuberculosis. "En realidad nadie puede decirlo todavía, la única prueba rápida que existe para detectar la presencia de esta bacteria es para animales vivos, y sobre los animales muertos solo se puede llevar a cabo un análisis de las vísceras que tarda más de seis semanas en dar resultado", explican desde la Administración. Dicho análisis consiste en la búsqueda de ADN de la bacteria tuberculina.

El veterinario presente en la montería de la dehesa de La Albañeza, de Abelón, detectó en el cuerpo de los animales abatidos lesiones que podrían indicar la presencia de la bacteria, y en consecuencia extrajo muestras de sus vísceras para un análisis. Hasta que no haya un resultado definitivo, se recomienda no consumir la carne de lo cazado, por precaución, según recuerdan desde la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León.

La Administración autonómica hace un llamamiento a la tranquilidad de los ganaderos sayagueses, aunque la enfermedad se puede transmitir entre especies animales -y a humanos- no es posible hablar con los datos existentes de una incidencia de la bacteria en la fauna salvaje superior a lo normal.

Además, Agricultura y Ganadería lleva a cabo todos los años una campaña de saneamiento ganadero que mantiene la epidemia bajo control. Los resultados de la última campaña reflejaban que Zamora es la provincia con menos tuberculosis bovina de toda Castilla y León, y cuando surge un caso, después de sacrificar al animal, se realiza un seguimiento muy minucioso del resto de la vacada.

Por otro lado, Castilla y León es una de las regiones de España con menor presencia de la bacteria entre la fauna salvaje, según el Plan de Actuación sobre Tuberculosis en Especies (Patubes), un programa del Ministerio de Agricultura que obliga a los gobiernos autonómicos a recoger un número mínimo de muestras para analizar y, en función de los resultados estadísticos obtenidos, establecer medidas adecuadas para la bioseguridad de las explotaciones ganaderas. En Castilla y León el plan se ha llevado más allá de las exigencias del Ministerio, recogiendo el doble de muestras de animales silvestres en todas las provincias de la región.

Para mejorar la bioseguridad en las explotaciones ganaderas, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha dado un primer paso editando un folleto informativo, que ya está a disposición de los profesionales, en el que se recogen 16 medidas para minimizar la influencia de la fauna silvestre en el contagio de tuberculosis bovina.