La Plataforma Ciudadana Fermoselle reclama a la Junta de Castilla y León que "ponga en marcha los mecanismos de la administración autonómica para transformar este desastre ecológico en una oportunidad de desarrollo y progreso para Fermoselle, a ganarse a un pueblo que pide a gritos soluciones y futuro".

El colectivo culpan a la Junta de Castilla y León "de frustrar, con su gestión, nuestras expectativas de futuro, condenándonos a resistir a duras penas hasta que finalmente logren su propósito: convertir en este territorio en una selva inaccesible, haciendo de los fermosellanos una raza a extinguir". La Plataforma, que se registró el pasado 4 de septiembre con motivo de los incendios que arrasaron una extensa superficie de Arribes del Duero, considera que el delegado Territorial de la Junta, Alberto Castro "ha sobrepasado la línea roja y consiguió herir, en lo más profundo, nuestros sentimientos". Hacen referencia a que el pasado día 16, en Zamora, aludió a los propietarios de las parcelas como responsables de mantener limpias sus fincas. En esta comparecencia el delegado anunció un plan de reforestación para la zona calcinada, que la Junta cifra en 2.700 hectáreas, pero que los vecinos consideran superior por cuanto que arrasó gran parte de Pinilla de Fermoselle, algo de Fornillos, cruzó a la vertiente lusitana de Picote y también cruzó el Tormes para adentrarse en el cañón salmantino.

Pone de relieve la Plataforma que "el Parque Natural Arribes del Duero está enclavado sobre nuestro territorio, sobre nuestra tierra: a la que amamos, a la que amaron nuestros antepasados? a la que nos ha dado la vida".

Reprocha que "no se ha atrevido aún a pisar un palmo de nuestra tierra quemada, aunque -eso sí- supo acompañar al Consejero de Medio Ambiente en el viaje que realizó el pasado 29 de Agosto a la Casa del Parque para reunirse de con los alcaldes de la zona y hacerse la foto a espaldas de los ciudadanos, con la sorpresa de encontrarse aquel día con la contestación de un nutrido grupo de fermosellanos indignados que pedían responsabilidades tanto a delegado Territorial como a los pirómanos-terroristas medioambientales, como a la dirección del Parque Natural por la nefasta gestión que han venido realizando durante años, y que exigían soluciones de futuro para Fermoselle".

Se pregunta la Plataforma Ciudadana de Fermoselle "¿Qué estudios tienen que realizar los técnicos de la Junta de Castilla y León sobre las variedades más adecuadas para revitalizar la zona de los incendios?". Respecto a que "los técnicos serán los que determinen qué especies, cómo y dónde se plantarán" señalan que "no necesitamos los concienzudos estudios de sus técnicos para saber cómo revitalizar nuestros campos, especialmente en los Arribes del Tormes y el Duero devastados por los incendios que hemos sufrido". Destacan en su comunicado que "las sucesivas generaciones del pueblo fermosellano que nos precedieron, durante siglos supieron preservar nuestro patrimonio medioambiental, haciendo del arribanzo un vergel natural por su quebrada orografía, la belleza de sus paisajes y sus cultivos". Añaden que "además del olivo, mantenían plantaciones de almendros, todo tipo de árboles frutales, la viña, la huerta y el cereal mediante el trabajo ingente de contención de la tierra para su labor construyendo paredones o bancales en las escarpadas pendientes de ambos ríos". Y todo ello, remacha, "sin más normas, reglamentos o limitaciones que las que emanan del propio sentido común".

Van más allá en sus críticas y se pregunta la Plataforma "¿qué papel van a dar desde la Junta al pueblo y a los ciudadanos de Fermoselle?" No quieren que sea "el adjudicado cuando se declaró Parque Natural Arribes del Duero y posteriormente, en 2015, Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica a este territorio transfronterizo hispano-luso sin contar con sus habitantes, a lo que consideran invitados de piedra o simplemente meros objetos tributarios". Ponen de manifiesto que "ambas titulaciones debieran haberse traducido en inversiones reales como detonante del impulso económico y social que Fermoselle necesita, pero no ha sido así". Para el colectivo "rechazar las críticas y devolver la pelota a los vecinos culpándoles de no mantener desbrozadas y limpias sus parcelas es una bravuconada que no estamos dispuestos a consentir".

Pide a Castro y a otros responsables de la Junta "a que se atrevan a recorrer junto a nosotros estos desoladores paisajes teñidos de negro y tomen conciencia de la calamidad ecológica que sufrimos, ahora que tras los incendios se vislumbran los caminos, sendas y senderos engullidos antes por la vegetación salvaje que hacía inaccesible su tránsito y camino hacia las parcelas para su cultivo, y mucho menos para su limpieza como ustedes nos reprochan". Precisa que "en muchas de esas parcelas había plantaciones de olivos, cultivo por excelencia de la villa fermosellana, que goza de un clima cálido-mediterráneo, que paulatinamente se fueron abandonando por no tener caminos para su acceso". Apunta, además, "que cientos y cientos de olivos centenarios han sido reducidos a cenizas, una pérdida irreparable consecuencia directa de mentes perversas y dañinas que prendieron los fuegos e indirecta de quien a base de limitaciones y trabas ha permitido que prolifere la vegetación sin control haciendo que los daños ocasionados se hayan amplificado exponencialmente".