Cuenta José Barroso que la primera vez que vio un lobo tenía 6 años. Viajaba con su padre por la carretera entre Galende y el Lago, cuando paró el coche en seco mientras el animal pasaba por delante de ellos, a muy poquitos metros. "Ahí tienes un lobo, me dijo mi padre. Y yo me quedé sin habla, mirando mientras cruzaba".

Nunca olvidó aquel momento este profesor, naturalista y divulgador que, a través de su blog depaseoporlanaturaleza, deleita e instruye con su sabiduría y curiosidad sobre la "enorme biodiversidad", preferentemente de Zamora, aunque también de todo lo que se pone al alcance de su paciente objetivo.

Pero esta vez José Barrueso Franco ha ido más allá, con la publicación del libro "Observaciones de campo del lobo ibérico" que, tras la presentación inicial en Zamora, ahora lo acaba de hacer en Puebla de Sanabria.

Un trabajo que viene a "cumplir un sueño", acariciado largo tiempo, cuando Barrueso se planteó la idea de plasmar tantas y tantas horas de observación y seguimiento del lobo ibérico. Alejado de un planteamiento científico y buscando una lectura accesible para todo el mundo, el objetivo del autor ha sido explicar "cómo vive el lobo en su vida diaria" que en la práctica era trasladar al papel sus experiencias. "La idea era dar a conocer a un animal que tenemos al lado y que no valoramos lo suficiente".

Como desgranó el propio Barroso en la presentación en el Ayuntamiento de Puebla, el libro está dividido en cinco grandes bloques: "Sentir al lobo", "El grupo familiar", "Alimentación", "Encuentros fortuitos" y "Comportamientos poco habituales".

Cada capítulo es independiente y relata una observación directa de campo "en la que narro una situación o un hecho cotidiano en la vida de un lobo ibérico, de tal manera que al terminar el libro se tenga una idea clara de cómo es su día a día" cuenta el autor.

En la presentación, ante unas 40 personas, estuvo acompañado de José Luis Santiago, con quien Barrueso ha compartido muchas horas de campo y se ha enriquecido de sus saberes sobre el gran depredador.

Ante ciertos cuestionamientos sobre la calidad de la imagen, el autor aclara que "no se trata de un libro de fotografías sino de historias y situaciones cotidianas en la vida del lobo ibérico, de observaciones para conocer sus movimientos, quehaceres y comportamientos y por qué es importante en el ecosistema".

Es la experiencia y la narración de este gran observador y divulgador que tiene en Félix Rodríguez de la Fuente a su gran maestro y quien verdaderamente "me metió el gusanillo de la naturaleza y el lobo". Contaría con "8 ó 9 años" cuando el niño Barrueso, llegadas las diez y media de la noche, se escapaba de la cama para su cita semanal con el programa "El hombre y la tierra", y allí se quedaba absorto ante la pantalla. "Me enganchó" reconoce.

La presentación del libro en Puebla de Sanabria generó un vivo debate en torno a la educación ambiental que José Barrueso, en sintonía con el público y también en su calidad de maestro, "echo en falta". En ese contexto puso el ejemplo de Cataluña donde "no teniendo lobos, hay un programa en las escuelas de educación ambiental que habla de este animal y otros muchos, se inculca a los escolares el respeto a la naturaleza".

Confiesa Barrueso que así como él tuvo el privilegio de recibir la sabiduría de Rodríguez de la Fuente, "ahora los niños no tienen un divulgador de referencia como sí tuvimos varias generaciones. Es preocupante porque esa carencia se paga, es más difícil que se genere una inquietud por la naturaleza".