El doctor en Antropología Raúl Reloba Ferrero presentó una batería de propuestas razonables para frenar la despoblación del medio rural en las comarcas del noroeste, enfocadas al espacio comarcal de la Carballeda. Lo hizo durante su intervención en las jornadas organizadas por Foro Ciudadano con la ponencia "Carballeda: Cambio social y desarrollo". El doctor en Ciencias Biológicas, Javier Morales, disertó sobre el "Río Negro: la Naturaleza del Desarrollo" para apuntar la importancia medioambiental de este río, sus amenazas en la conservación y las posibilidades de recuperación y creación de empleo. Subrayó el conocimiento a nivel europeo del río Negro, aunque no ha obtenido la declaración de Reserva Natural Fluvial, por parte del Consejo de Ministros. "Pero seguiremos luchando" expresó.

El antropólogo Reloba apuntó como propuestas de desarrollo apreciar las características y diversidad del territorio, educar a los jóvenes para emprender, apoyar las iniciativas de repoblación humana del territorio atrayendo a los jóvenes con todo tipo de ventajas, creación de empleo e instalación de empresas con una internacionalización con productos de altísima calidad de Denominación de Origen. Por último, estableció la importancia de los ejes de comunicaciones, en el caso concreto de Braganza-León. Unir a las asociaciones para que cooperen, realizar proyectos reales que tengan en cuenta la naturaleza y la rica cultura se apuntan como ejes de desarrollo comarcal.

Los datos sobre la población que desglosó Raúl Reloba son más que sombríos. Desde los años 80 la comarca de Sanabria y Carballeda ha perdido 6.000 habitantes, con la entrada del país en la Unión Europea, la sangría poblacional se resume en la pérdida de dos terceras partes de sus habitantes. En estos momentos, el 70% son personas mayores de 42 años, y de ellas el 40% están por encima de los 65 años. Municipios como Espadañedo han perdido el 80% de su población y Mombuey el 50%. La desaparición del sector primario, especialmente la ganadería, se suma a la falta de industrialización y la tercialización del campo, enfocado al turismo y los servicios. La implantación de áreas protegidas como la Sierra de la Culebra "son controvertidas". El investigador abogó por conservar los servicios para la población, y cuestionó la creación de las Unidades Básicas de Ordenación de Servicios que destruyen la identidad comarcal.

El biólogo Javier Morales subrayó la importancia del valle del río Negro para el desarrollo local y como fuente de creación de empleo medioambiental para garantizar tanto la pervivencia de la población, como la conservación del propio río. El Negro atraviesa una cuenca con 35 pequeños núcleos de población, repartidos en siete municipios, desde su nacimiento en Escuredo, hasta su desembocadura en Rionegro. Sus características -aguas frías, trasparentes, coloreadas de forma natural, de escasa mineralización y ácidas- condiciona la pervivencia de las especies vegetales y animales "no vive cualquier población, solo los especialistas". El hábitat de alisedas en la cuenca alta y las especies como el náyade, la nutria o la trucha suponen su régimen de protección comunitario. Apuntó las principales amenazas. Unas lejanas como el proyecto de embalsado desde el puente Oterino de Peque, y otras más cercanas como el impacto de la actividad humana en las laderas aguas vertientes. Las principal amenaza es el enturbiamiento del río por prácticas forestales o mantenimiento de carreteras que arrastran lodos al cauce. La contaminación física, la construcción de infraestructuras de abastecimiento innecesarias, falta de depuración. Los grandes incendios han maltratado especialmente las laderas que vierten al cauce. Actuaciones como repoblaciones masivas de pinares o el trazado de caminos de concentración parcelaria no han ayudado.