Un ternero de unos doscientos kilos de peso de una ganadería de Fuentesaúco ha sido el bocado elegido por los lobos el pasado lunes para aplacar su hambre. El animal fue aprovechado casi en su totalidad y solo han dejado para muestra sobre el terreno "huesos y pellejo", en expresión de S. García.

Los restos del animal fueron hallados en el interior de una finca vallada, donde además se hallaban otra veintena de animales, según precisó ayer Francisco García. El ejemplar fue echado en falta el pasado lunes por la tarde y, al revisar la parcela, fue cuando se encontraron con el cuadro.

Las parcela donde se encontraban las reses se ubica entre la villa de Fuentesaúco y Guarrate, y esta ha sido la primera vez que el dueño de los animales sufre la pérdida de una res por la acción de los cánidos. García subraya que los artífices de la muerte "han sido lobos". No sabe a ciencia cierta cómo se infiltraron los predadores en la parcela, que se halla vallada, pero hace mención a que bien pudieron hacerlo introduciéndose por entre la alambrada o saltando la misma.

Francisco García valora el animal devorado "entre quinientos y seiscientos euros", pero además lamenta que estas tropelías de los lobos no solo causan una perjuicio económico por la pérdida del ternero, también por los impactos que provoca en el resto de los animales y por la situación que crea para el propio ganadero. García no está por la extinción del lobo, pero considera que la Administración debe ejercer un mayor control de la especie y no dejar que sean los ganaderos los que corran con los daños y el alimento del predador. El lobo está asentado en la zona de La Guareña y su entorno, y esta muerte viene a sumarse a otras denunciadas por los ganaderos.