"Shira fue una valiente, y yo la estuve hablando constantemente una hora, sin parar, y siempre estuvo muy atenta". Shira, la perrina yorkshire toy de referencia, es el "chuchín" que el pasado domingo cayó al embalse de Almendra y consiguió salvarse, gracias a su tenaz lucha por la supervivencia, a las palabras de aliento de los suyos y al gran despliegue de recursos ideados por las personas que lucharon por rescatarla. Hoy corretea de nuevo por el jardín y por la casa feliz como unas pascuas. El veterinario ha certificado, además, su buena salud.

Para su rescate se movilizaron agentes de la Guardia Civil del puesto de Fermoselle, efectivos del Parque de Bomberos, de Bermillo, y todas las personas que ese día se movían por la zona de escollera del embalse, quienes se volcaron en cuerpo y alma para evitar que se ahogara una criatura que llamaba la atención por su pequeñez, y por su ternura. Resbaló por la pendiente cuando marchaba por la coronación de la escollera, que es una senda elegida por cientos de personas que gustan de disfrutar de un apacible paseo por la orilla del grandioso embalse de Iberdrola, contemplando en estas fechas el espectáculo de su oleaje, porque está a rebosar, y también de los peces que surcan las aguas superficiales.

"La perrita iba cogida del arnés por mi hija Lucía López, de diez años, pero se escurrió, cayó al agua y no podía subir" señala María Teresa Marcos, madre de la niña, aún conmocionada por un episodio que le ha marcado para siempre por la angustia que envolvió el caso. La familia, residente en Vitigudino (Salamanca), había elegido este paraje arribeño para disfrutar de una gozosa jornada de campo. Y así era hasta el momento en que Shira, un can miniatura de menos de un kilo de peso, cayó al mayor embalse de Castilla y León y trastornó por completo la paz reinante. "Me senté en el borde, con mi hija, y llamé al Servicio de Emergencias 112", expresa Marcos. "Por protocolo", se movilizó a la Guardia Civil y a los bomberos.

"¡Sube, por Dios, sube!"

" La niña quería tirarse al agua y salvar a la perrita. Yo estaba en el borde, con un montón de gente, diciendo a Shira: "tranquila, tranquila, quietecica, que te vendrán a buscar". Ella se subía un poco al borde, pero el arnés la arrastraba al agua. "¡Sube, por Dios, sube! ¡Sube, sube y aguantaba un poco! dice María Teresa que expresaba a la perrina, con quien trataba de mantener una conversación cercana y con presencia física "para que me viera". "Fue un momento de mucha tensión" recalca.

En el embalse no se veía el fondo, y cinco o seis metros de lisa pared de hormigón fino separaban al perro de la gente. "Daros prisa que se me ahoga el perrito", gritaba María Teresa Marcos, a los presentes, todos centrados en el caso y que no tenían otra inquietud que buscar un remedio al rescate. "Estaban tan centrados que no hacían ni fotos". El propio marido de Marcos "intentó buscar una soga" como solución. En este estado de nervios se presentaron dos agentes de la Guardia Civil, del puesto de Fermoselle, "que fueron extraordinariamente valientes, pues una de ellas cogió una cinta de plástico, de las que cierran el paso y se hizo un nudo a la cintura. La sujetamos, pero no llegaba al agua". Fue entonces cuando "un señor" habló "de tirar una prenda y me quité el jersey, y luego otra persona se quitó otro". Al final, relata María Teresa Marcos, "metimos en el mío, por cuestión del olor, una piedra para que tuviera más peso, y la perrita se agarró a la prenda con una patita. Luego la fuimos subiendo poquito a poquito y, cuando estaba casi arriba, me metí hasta donde pude para cogerla".

"Qué valor tuvo" la yorkshire toy. "La gente terminó aplaudiendo. Algunas mujeres se quedaron en sujetador porque se quitaron prendas para arropar a Shira, que salió de las aguas completamente calada y escurriendo agua".

Marcos afirma que estuvo en disposición de tirarse al agua "cuando ya estaba segura de que los bomberos de Bermillo acudirían al rescate" porque, según refiere, "aguanta perfectamente tres cuartos de hora sobre las aguas".

Marcos hace especial hincapié en indicar que fue una hora la que duró el rescate. "Shari se portó de una forma muy valiente". A la vista de lo sucedido, no tiene en mente regresar a la zona, pero sí hace un llamamiento para que la titular de la presa, Iberdrola, o quien tenga competencia, "instalen en esta zona salvavidas o flotadores, dejados en una vitrina, por si hacen falta en caso de algún otro caso de urgente rescate". O, en su criterio, "que pongan un indicador "de peligro" para advertir a las personas. La existencia de una valla, subraya, "es un obstáculo para la entrada de vehículos si algún día sucede una desgracia. "Los bomberos y los guardias tuvieron que entrar a pie" remacha María Teresa Marcos, que dice que Shira no tiene secuelas "porque nunca dejé de hablarla y no tenía sensación de ahogarse".