Villardiegua de la Ribera despidió ayer a su vecina P.I.A., de 91 años, que falleció el miércoles por una posible intoxicación por monóxido de carbono por un brasero de leña.

Los habitantes de la localidad abarrotaron la iglesia parroquial para dar el último adiós a su vecina.

La nonagenaria, que vivía sola, fue encontrada muerta en el dormitorio de su domicilio de la calle de La Iglesia de la localidad. El fallecimiento de la mujer ha causado una honda consternación en el pueblo donde era muy conocida y querida.

Según explicaron fuentes vecinales "ha sido algo muy fuerte ya que se encontraba muy bien y se manejaba sola de maravilla. Es que nunca había pasado nada así".

La fallecida "ha vivido toda la vida en el pueblo" y tenía un hijo que "la iba a ver por las mañanas y por las noches. De hecho fue él el que la encontró".

Al parecer P.I.A. falleció como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono proveniente de un brasero de lumbre que tenía en su habitación en una camilla. Tras el hallazgo de la mujer el 112 dio aviso del incidente a la Guardia Civil (COS), a los bomberos de Sayago y al personal sanitario que atendió a la mujer en su domicilio y confirmó su fallecimiento.

Si se respira el monóxido de carbono, aunque sea en moderadas cantidades, puede causar la muerte por envenenamiento en pocos minutos porque sustituye al oxígeno en la hemoglobina de la sangre. Cada año un gran número de personas pierde la vida accidentalmente debido al envenenamiento con este gas. Las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas mayores y las que sufren de anemia, problemas del corazón o respiratorios pueden ser mucho más sensibles al monóxido de carbono.