Cinco guardias civiles pertenecientes a la plantilla de la Comandancia de Zamora integran el Equipo Roca, que empezará a funcionar el jueves en la provincia con el objetivo de combatir la delincuencia en las explotaciones agropecuarias, con especial incidencia en las comarcas de Toro y La Guareña. Serán cinco agentes preparados especialmente, con «dedicación exclusiva» para la persecución de este tipo de delitos y que vienen a reforzar otras medidas complementarias que ya se están aplicando en Zamora, como la intensificación de los servicios de intervención rápida, una mayor presencia de las fuerzas del Subsector de Tráfico en el control de vehículos o la presencia más activa en esas zonas del Seprona, el servicio cinológico o el aéreo.

Así lo detalló ayer el teniente coronel-jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Antonio Rodríguez-Medel, durante la presentación del Plan Roca en la provincia en presencia de la subdelegada del Gobierno, Clara San Damián, quien no dudo en «ponerme en la piel de quienes sufren estos robos; conozco los daños y el quebranto que producen en la modesta economía de nuestras familias rurales». No obstante la responsable gubernamental insistió en la «disminución» de este tipo de infracciones que en el total de las infracciones penales que se han producido en la provincia durante los nueve primeros meses del año «suponen en torno a un 10%».

Más alejada del discurso más político de las cifras puras y duras mantenido hasta el momento, Clara San Damián consideró que hablar de un descenso en el número de delitos «no es suficiente», admitió que el problema de los robos en el campo «es un mal endémico; siempre los ha habido y los seguirá habiendo. Vamos a hacer lo posible para que se produzcan menos pero llegar a cero es imposible».

Y en ese contexto se justifica el Plan Roca (Robos en el Campo) que si inicialmente no incluía ni a Zamora ni a Castilla y León, al final la presión de las organizaciones agrarias y los casos evidentes que se han sucedido en Toro y La Guareña hicieron rectificar al Gobierno para instituir un equipo que se encargará de coordinar y dirigir las medidas que se tomen cuando sucedan sustracciones y robos en las explotaciones agrícolas y ganaderas. «Toda la Guardia Civil va a estar implicada, lo que ocurre es que ahora va a haber un grupo de personas dedicadas específicamente a ello», precisó el responsable de la Benemérita.

La presentación del plan contó con la asistencia de los presidentes de las juntas agropecuarias de Fuentesaúco, José Antonio Perlines, y Toro, Bernardo Caballero; y los máximos responsables de las organizaciones profesionales agrarias: Miguel Blanco (Coag), Aurelio González (Upa) y Antonio Medina (Asaja). En general el sector agrario dio la bienvenida al reforzamiento de las medidas, tanto desde el punto de vista de la seguridad como «para terminar con una sensación de indefensión que se tiene que superar», precisó Miguel Blanco. «El Plan es una buena noticia, no tanto por mejorar la dotación, que ya nos gustaría, sino porque habrá una mayor especialización y coordinación que esperemos evite el trasvase de los delincuentes de unas provincias a otras».

Desde Asaja, Antonio Medina incidió en el «necesario endurecimiento de las penas» y llamó a la «colaboración de todos ante cualquier sospecha».