Detenido un conductor ebrio después de provocar un fuego en un acto de venganza

Un conductor ebrio ha quedado en libertad con cargos tras ser detenido por prender fuego a una pradera como venganza por dar positivo en la prueba de alcoholemia, en Bercianos de Aliste.

Los hechos sucedieron el pasado martes, 17 de septiembre, cuando dos agentes de la Guardia Civil interceptaron un vehículo que conducía en zig-zag por la via pública en la localidad. El conductor, que mostraba signos de haber ingerido alcohol, fue sometido a la pertinente prueba de alcoholemia. Fue entonces, durante la práctica de la misma, cuando el conductor perdió los nervios y comenzó a increpar y a amenazar a los agentes con prender fuego en un monte cercano como venganza por haber sido sometido a la prueba de alcoholemia, en la cual, además, dio resultado positivo.

Durante la práctica de la prueba, también confiesó haber sido él quien rompió la cruz del cementerio de Bercianos, caso por el que resultó imputado como autor de los hechos en mayo del año pasado, advirtiendo que también rompería la otra de las cruces del cementerio y el Cristo de la iglesia de Bercianos si no lo dejaban inmediatamente en libertad.

Como medida preventiva, los agentes de la Guardia Civil acompañaron al detenido hasta su domicilio, tras llevar a cabo las diligencias oportunas por el delito contra la seguridad vial, y establecieron un dispositivo de vigilancia para evitar que el sujeto pudiese llevar a cabo su venganza. Efectivamente, al poco de ser puesto en libertad, los agentes observaron como el individuo se agachaba junto a unas hierbas secas y prendía fuego con un mechero, repitiéndolo hasta en dos ocasiones. Inmediatamente, uno de los agentes se aventuró a apagar el fuego con un extintor de urgencia mientras el otro interceptaba y detenía al presunto pirómano, que todavía llevaba en el bolsillo el mechero con el que perpetró el incendio. El sujeto fue definitivamente detenido y puesto a disposición judicial posteriormente, aunque el Juzgado de Instrucción de Guardia de Zamora decretó su puesta en libertad con cargos.

Debido a los varios focos prendidos, la Guardia Civil necesitó la ayuda de los medios de extinción que consiguieron apagar el fuego tras media hora de trabajo evitando así que las llamas se acercasen al pueblo, pudiendo poner en riesgo a los habitantes de Bercianos.