A pesar de su geografía abrupta, dominada por el encajonamiento del río que traza la línea entre España y Portugal, los Arribes del Duero no supusieron una frontera entre las poblaciones de ambas orillas. Es más, existen semejanzas y relaciones que evidencian esa conexión, como lo demuestran los trabajos arqueológicos realizados entre septiembre de 2011 y abril de 2012 por un equipo del Centro Superior de Investigaciones Científicas en el concelho luso de Miranda do Douro y que dan continuidad a las investigaciones llevadas a cabo a lo largo de cuatro campañas en las zonas arqueológicas de Pino del Oro y Villardiegua de la Ribera.

Una de esas evidencias alumbradas al hilo de las prospecciones concluye que las mismas familias del siglo I después de Cristo que aparecen en lugares como Picote o Duas Igrejas, «tienen presencia atestiguada en municipios zamoranos como Rabanales», indica Alejandro Beltrán, miembro del grupo de investigación Estructura Social y Territorio-Arqueología del Paisaje del CSIC. Es el caso de Valerio Rufo Attiano, un personaje que aparece también en Rabanales y cuya inscripción se ha constatado en la localidad lusa de Duas Igrejas.

Estos trabajos, dirigidos por el profesor de investigación Javier Sánchez-Palencia y financiados por el Programa de Trabajos Arqueológicos en el Exterior del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), han consistido esencialmente en el estudio de dos yacimientos situados en los Arribes del Duero portugueses. En concreto las excavaciones se han realizado en Castrilhouço de Vale d' Aguia, de cronología prerromana, y São João das Arribes de Aldeia Nova de época romana, cuyos habitantes tuvieron contacto visual directo con el vecino asentamiento de Peña Redonda, en Villardiegua de la Ribera.

Los investigadores han llevado a cabo diversos trabajos de topografía, prospección y estudio de los materiales arqueológicos, tanto en superficie como los depositados en los museos regionales. Asimismo se ha profundizado en el estudio de la importante epigrafía de la zona, «directamente relacionada con los conjuntos de inscripciones del occidente zamorano», indican fuentes de la investigación.

Los resultados de estas investigaciones «han permitido constatar la continuidad de los modelos de poblamiento y de estructura territorial a ambos lados del Duero», apunta Alejandro Beltrán. Sin embargo no se han descubierto indicios de minería aurífera en la zona portuguesa prospectada que tanta importancia tuvieron en el área española. Precisamente, y aunque no se encuadran en el mismo programa, el proyecto desarrollado en los Arribes portugueses tienen relación con el de la Zona Minera de Pino del Oro en la medida en que se están estudiando las relaciones entre ambas zonas.

De hecho, las excavaciones arqueológicas en el concelho de Miranda do Douro han sido realizados por el mismo equipo que ha trabajado en la comarca de Sayago, el grupo de investigación Estructura Social y Territorio-Arqueología del Paisaje (EST-AP) del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CCHS-CSIC).

La falta de financiación nueva ha impedido continuar con las investigaciones en el área de los Arribes zamoranos que tan importantes hallazgos han logrado en torno a las formas de dominación romana y los sistemas de explotación de las minas auríferas. Los trabajos en el área arqueológica de Pino del Oro y Villardiegua de la Ribera han permitido revelaciones de primer orden. Además de documentarse cortas o trincheras dentro de la amplia región aurífera del noroeste peninsular, fue determinante la aparición de un nuevo pacto de hospitalidad en bronce durante los trabajos arqueológicos en el yacimiento de El Picón. Datada en el año 27 después de Cristo, la tábula es un documento de carácter jurídico romano que abre vías interesantes en torno a los sistemas de dependencia establecidos por Roma para controlar a la población.

Pese a la imposibilidad actual de proseguir con las investigaciones en la zona minera zamorana, el equipo del CSIC pretende continuar con los trabajos en Portugal durante dos años más, extendiéndose a los concelhos de Mogadouro y Vimioso.