El término municipal tabarés de llanura y montaña integra una superficie de 112,68 kilómetros cuadrados, parte de él en los míticos y místicos parajes del paraje natural de la Sierra de la Culebra.

Su ubicación ha sido históricamente un punto clave como cruce de caminos y paso obligado de monjes, misioneros, comerciantes y peregrinos andaluces camino de Santiago de Compostela. Pasado el tiempo, con la llegada de las grandes vías de comunicación, se mantiene como punto estratégico entre Castilla y Galicia entre Benavente y Asturias con Portugal: un lugar ideal para asentar nuevas industrias.

El padrón municipal suma a día de hoy 855 inscritos, lo cual da una media de 7,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Aunque parezca un índice muy bajo, no lo es, en realidad se debe a que el término es de los más grandes de la comarca y de la provincia de Zamora. Por sexos, los hombres, 441 (51,58%) superan a las mujeres, 414 (48,42%).

En el transcurso de los últimos trece años, -en 1999 había 984 empadronados-, se han perdido 129 residentes. En este período la Villa cuenta con uno de los mayores índices de nacimientos, 4,9 por año, frente a las 14,1 defunciones, lo cual conlleva un decrecimiento anual de 9,2 personas. A ello obviamente hay que sumar los efectos del éxodo rural a causa de la emigración más elevada que la inmigración. En la actualidad solo hay empadronados 53 inmigrantes lo cual supone el 6,3% del total. En 2010 fue cuando llegaron a Tábara más personas de otras nacionalidades.