Hasta ocho elementos de actividades conforman el parque biosaludable que ayer se inauguraba en Arcenillas, en presencia del alcalde, Natalio Gutiérrez, el sacerdote, Joaquín Redondo, que bendijo las instalaciones y numerosos vecinos, muchos de ellos pertenecientes al club de jubilados, que recibían con satisfacción la nueva instalación dirigida específicamente al ejercicio físico de los más mayores.

El plato Boheler, destinado al refuerzo de la musculatura abdominal; el caballito para fortalecer la función cardiaca y pulmonar; el elevador, dirigido a desarrollar la potencia muscular de los miembros superiores, hombros y espalda; el caminador; además de dos tablas para hacer «esquí de fondo» y otros destinados a la flexión de rodillas, conformaban el grueso de los aparatos que componen la instalación deportiva al aire libre, hecha en colores llamativos y ubicada al lado del parque infantil de reciente creación, en el recinto escolar.

Mientras que el parque biosaludable ha contado con financiación municipal estimada en 12.000 euros, el infantil, dotado con tobogán y columpios, ha servido para crear una nueva dotación de recreo y ocio para los más pequeños merced a la financiación del Grupo de Acción Local Torguvi, que ha aportado 22.000 euros, lo mismo que ha aportado a otros ayuntamientos. «Espero y deseo que este sea un lugar de convivencia y encuentro para las personas de Arcenillas».

Quien así se expresaba era el cura que asistía a la inauguración y daba el visto bueno espiritual con un par de avemarías antes de que las personas mayores, animados y dispuestos a mostrar su puesta a punto, hicieran la primera demostración en todos y cada uno de los aparatos que a buen seguro servirán para mejorar su salud y ponerse en forma de aquí en adelante.