Así de rotundo se manifestaba el torero burgalés Jesús Martínez «Morenito de Aranda» en la inauguración de las IV Jornadas Taurinas organizadas por Asociación Taurina de Villalpando y que se celebran en el Salón Del Ayuntamiento de Villalpando.

Con el título «Conocedores del Toro» los organizadores reunieron un cartel interesante en el que además del torero burgalés se acuartelaron el banderillero, apoderado y veedor Poli Romero y el mayoral de la ganadería de Torrenueva Julio Barbero. El acto estuvo moderado por Carmelo Romero de radio Laguna de Duero que rompió el fuego con sus preguntas ante un auditorio que aguantó sin moverse las casi dos horas de amena charla con los participantes.

Morenito señaló que esta temporada ha sido muy importante para él. Fueron 24 actuaciones con faenas tan relevantes como la del 2 de octubre en Madrid o la famosa corrida de Cebada en Pamplona que envió a la enfermería a los tres actuantes. Recordó sus inicios: «con seis años di una vuelta al ruedo con Manuel Benítez El Cordobés siendo yo alguacilillo en la plaza de toros de Aranda y eso me impactó. Había cortado un rabo y cuando se lo entregué me invitó a acompañarle». Después con nueve años ya fui a la Escuela Taurina de Medina. En otro momento señaló que su ilusión y su meta es llegar a ser figura y poder tener una ganadería. «Me gusta el escampo y el entorno del toro». A la pregunta de si el torero nace o se hace el de Aranda manifestó que el torero nace pero las circunstancias te hacen. Este año le ha tocado torear corridas duras y ha estado a buena altura, aunque se gustaría ver con corridas en las que pueda manifestar mejor sus cualidades. Si tuviera que explicar a un extranjero la Fiesta le diría que el toreo nos hace más humanos. Tal vez somos muy torpes porque no sabemos explicarnos bien. El matador burgalés se inclinó por Cultura y no Interior por las posibilidades que abre a los espectáculos y de subvenciones. Poli Romero, banderillero muchos años a las órdenes de César Jiménez, apoderado y actual veedor para Morenito y para la empresa Zorita se despachó a gusto en contra de los reventadores de los espectáculos entre los que citó a aficionados a la contra, periodistas que sólo saben criticar y no van a divertirse y veterinarios que no colaboran en el resultado final. «Todo tiene que ir encaminado a que los toreros corten las orejas». Así todos saldrán contentos. Romero explicó en qué consiste su labor de veedor para un torero, lo mismo que ser veedor para la empresa. Con sinceridad, manifestó que su éxito ha residido más en saber ver los toros, tanto en el campo que en la plaza, que en poner banderillas. El mayoral catalán Julio Barbero desentrañó su vida como mayoral en una ganadería como la de Torrenueva. Les echa de comer a pie, los conoce a todos. «El mayor peligro reside cuando un toro está aislado. Entonces toda precaución es poca». El debate cerró el acto con la entrega de una muleta con la firma de Morante y que correspondió a Ramón Fernández. Este año se rifará un capote firmado por José Tomás.