La Alianza por la Unidad del Campo, que conforman las organizaciones agrarias Coag y UPA, aseguran que la Junta es "responsable de atajar la posible expansión de la pasteurelosis aguda entre la cabaña ganadera". Asimismo, condenan la "persecución a la que se sigue sometiendo a los ganaderos de esta región, al recomendarles ahora que pueden incluir dentro del cuadro de vacunaciones del ganado el tratamiento contra la pasteurella".

La confirmación oficial de que la muerte de los ciervos se puede extender a otros rumiantes, y por lo tanto al ganado, confirma según recogen en un comunicado el "absoluto despropósito del Gobierno regional en materia de saneamiento ganadero", que obliga a los productores al más exigente de los controles de enfermedades como tuberculosis, brucelosis, lengua azul y otras muchas más, llegando incluso al sacrificio de las reses, si bien "no tiene control sanitario alguno sobre los animales silvestres".

Además, exigen una reunión regional urgente con la participación de la Consejería de Agricultura y Ganadería y la Consejería de Medio Ambiente para recibir información puntual y transparente ante el temor más que fundado de las repercusiones que puede conllevar la enfermedad en la cabaña ganadera de la región.

"Existe una profunda preocupación en el sector ganadero pues la pasteurelosis es una enfermedad con rara incidencia en la cabaña ganadera extensiva y, por ello, la Administración autonómica debe clarificar a los ganaderos cómo se ha llegado a la conclusión de que es la causante de las muertes. También bajo nuestro punto de vista debe detallar cuáles han sido los procedimientos analíticos: número y porcentaje de muestras poblacionales analizadas, condiciones en las que se ha realizado la analítica, si se ha efectuado analítica sobre muestras tomadas en animales vivos o si está prevista, etc., para descartar como causa otras enfermedades como la tuberculosis y la brucelosis de las que la fauna salvaje son fuentes de contagio al ganado", argumentan.

UPA y COAG exigen a la Junta de Castilla y León que ponga en marcha medidas para que las explotaciones de bóvidos, ovinos y caprinos en las zonas afectadas y zonas de alta montaña donde se encuentra el ganado extensivo no sufran las consecuencias de esta enfermedad, ante el temor fundado de que puedan ser infectados vía aérea por los ciervos.

"Debe ser la Junta de Castilla y León única y exclusivamente la que debe velar por vigilancia sanitaria de las especies silvestres, y la que debe acarrear con los costes que provoquen la incidencias que a nivel de saneamiento en la cabaña ganadera de nuestra comunidad autónoma requieren situaciones excepcionales como la descrita", subrayan.

Así, la Alianza por la Unidad del Campo insiste en que la Junta no debe cesar las investigaciones hasta conocerse el origen del foco inicial de la enfermedad (al parecer situado entre la finca de Manzanal y el coto de Villardeciervos) y si ha habido movimientos pecuarios irregulares relacionados con la enfermedad.

Del mismo modo reclaman que la Junta debe asegurarse de que se retiran todos los animales muertos del campo y con las debidas garantías sanitarias, de igual forma que se exige a los ganaderos en la retirada de cadáveres. Y solicita la puesta en marcha de una red de vigilancia sanitaria que se mantenga alerta hasta que se confirme el fin del brote de la pasteurelosis aguda.