La romería de «Los Viriatos», que se celebra cada primer domingo de junio en Fariza, ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. Así lo decidió ayer la Comisión Permanente de Turismo, que incorporó además otras cuatro fiestas en la Comunidad Autónoma: la Noche mágica de Balboa (León), la Romería de la Virgen de Castro de Caleruega (Burgos), La vaca enmaromada de Palazuelo de Vedija (Valladolid) y Los Pingüinos de Valladolid.

La distinción concedida a una de las romerías más singulares de la provincia cumple las aspiraciones del Ayuntamiento de Fariza, que en septiembre del año pasado formalizó la petición ante la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta. La originalidad y la antigüedad -los documentos investigados sitúan en 1611 la fundación de la Cofradía de la Virgen del Castillo- son dos de los aspectos esgrimidos para defender la «candidatura» de «Los Viriatos». A lo que se ha sumado una «capacidad y recursos suficientes» en el municipio para atraer visitantes, no sólo el fin de semana de la romería sino todo el año. El emplazamiento de Fariza dentro del Parque Natural de Arribes constituye todo un atractivo para un pueblo que cuenta con uno de los miradores más espectaculares desde donde se puede divisar el gran cañón del Duero, lo que llama la atención de numerosos turistas.

Por ello, la declaración de Interés Turístico Regional a la fiesta más singular de Fariza contribuirá a promocionar un municipio y una comarca con indudables atractivos naturales, culturales y etnográficos. «Es justo mencionar a quienes han hecho posible que esta romería haya adquirido tanta fuerza y a todos los pueblos participantes (Cozcurrita, Badilla, Argañín, Palazuelo, Mámoles, Zafara y Tudera) que con tanto entusiasmo exhiben sus raíces culturales». Las palabras del alcalde de Fariza, Manuel Ramos, inciden también en la «sensibilidad» mostrada por la Consejería de Cultura y Turismo, que «se ha dado cuenta del alto significado de esta fiesta; era imposible decir que no a un acontecimiento que tiene 500 años de antigüedad».

En realidad el deseo del Ayuntamiento de dar relevancia a la fiesta se remonta a principios de los 90, cuando el ya alcalde Manuel Ramos presenta el expediente en la Diputación, con Luis Cid como presidente. La contratación de un agente de desarrollo en el municipio (Juan Peláez) permitió elaborar una detallada memoria, que se presentó el año pasado a la Junta con los más positivos resultados.