Los servicios de extinción de incendios de la Consejería de Medio Ambiente trabajaban al cierre de esta edición en un incendio que se originó sobre las 13.45 horas en la localidad Flores de Aliste, avivado, al menos una vez, por los fuertes vientos de la zona. Las causas están todavía por determinar, aunque se presume que es intencionado y las llamas afectan a una superficie sin cuantificar de monte bajo.

Efectivos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León destinados en la zona fronteriza participaron ayer en la extinción de un nuevo incendio forestal en la comarca de Aliste, que junto a Sanabria, se esta convirtiendo esta primavera en una de las zona más proclives a fuegos intencionados o por negligencia en la región.

El fuego se inicio hacia las 13.45 horas en el paraje de "El Poyal" de la localidad de Flores de Aliste, más concretamente en la cumbre de una de las montañas que da al valle donde se juntan los ríos Aliste y Cebal. En dicho entorno confluyen los términos de Flores, Valer y Fradellos. Al tratarse de un monte de jaras y escobas envejecidas, de muchos años, la humareda era divisada desde la mayor parte de la comarca lo que en un principio causo sorpresa en los pueblos vecinos. El fuego, todo apunta a que intencionado, se vio avivado por el fuerte viento que ayer soplaba y el denso humo se divisó en varios puntos de la comarca .

Los continuos incendios de primavera en Sanabria y Aliste preocupan a la Administración Autonómica y tras los fuegos ocurridos el jueves y el viernes en tierras sanabresas, también se localizó alguno en Portugal, el Delegado de la Junta de Castilla y León en Zamora, Alberto Castro, durante su visita a Tábara, hacia un llamamiento a la colaboración ciudadana para evitar este tipo siniestros en la provincia, así como a la colaboración de la Guardia Civil, que junto a los Agentes de Medio Ambiente son parte muy importante para descubrir y detener a los pirómanos.

La sequía de los últimos meses y la abundancia de maleza a causa de la actividad agraria y ganadera en cortinas, prados y tierras hace temer un final de primavera, cuando arrecie el calor, y un verano muy calientes y con incendios.

Entre las preocupaciones de las autoridades, alcaldes y concejales, y también de los vecinos, esta la abundancia de cortinas que son auténticas selvas en las cercanías de los cascos urbanos e incluso dentro de ellos con el consiguiente riesgo de que los incendios forestales puedan alcanzar también a las viviendas.