Roales.- La Junta de Castilla y León tiene comprometido invertir este año 11 millones de euros en la mejora de los centros educativos de Zamora y provincia. Así los aseguró ayer en repetidas ocasiones el delegado Territorial, Alberto Castro, durante la visita realizada al nuevo colegio de Roales, donde fueron invertidos 227.000 euros.

La inversión posibilitó la construcción de dos aulas (Educación Infantil y Educación Primaria). En ellas aplicaban ayer sus codos de un modo feliz un total de 13 alumnos, los mayores lidiando con las matemáticas.

Castro, que estuvo acompañado en el acto por el director provincial de Educación, Pedro San Martín, el alcalde, concejales y parte de la comunidad escolar, señaló que la inversión permite construir instalaciones donde impartir «buena calidad educativa y en un ambiente confortable».

Resaltó el compromiso de la Junta de Castilla y León con la Educación, al igual que con la Sanidad, «que son dos elementos importantes en la política de la Junta».

Hizo referencia el delegado Territorial a que el pasado año fueron realizadas «más de 140 obras en el conjunto de los centros educativos». Un esfuerzo del que dijo sentirse «satisfecho». No obstante, Castró remarcó que « lo que queda por hacer es mucho», e insistió en «la importancia de la Educación».

Seguidamente pasó a desglosar las actuaciones e inversiones que tiene previsto acometer la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León en la provincia, entre otras, construir una nueva sede para el Centro de Formación Permanente para el Profesorado por importe de 450.000 euros.

Recalcó, en este punto que «el principal activo de la Educación son los profesionales». «Diariamente muchísimos trabajan para que los alumnos tengan una buena educación» expresó.

También apuntó que el Centro de Educación Infantil de Morales del Vino será ampliado con cuatro aulas más, por importe superior a los 400.000 euros. En el colegio Virgen del Canto, de Toro, se ha proyectado construir un gimnasio y se iniciarán los estudios para un futuro comedor.

Respecto al colegio Obispo Nieto, de Zamora, será ampliado con nuevas aulas y se eliminarán las barreras arquitectónicas. El montante de la inversión superará los 300.000 euros.

Alberto Castro hizo hincapié en conseguir que «que todos los centros cumplan con la eliminación de barreras», una mejora que se está llevando a cabo «paulatinamente pero que es importante empezar de manera urgente».

Mencionó el nuevo Juan XXIII. Asimismo, a la construcción de un gimnasio en el colegio Fray Luis de Granada, de Puebla, por importe de más de 200.000 euros. En el colegio San José de Calasanz, de Zamora, se destinará más de 200.000 euros a la reparación de la calefacción, saneamiento y la construcción de una escalera de emergencia.

Seguidamente entró a anunciar las inversiones en los Centros de Educación Secundaria, Formación Profesional, Enseñanzas Artísticas e Idiomas.

Respecto a Educación Secundaria, el León Felipe, de Benavente, se dotará de una pista polideportiva y de un gimnasio por importe superior a los 460.000 euros. Y María de Molina de un nuevo gimnasio con un coste superior a los 200.000 euros.

En el Centro de Idiomas, «que ha quedado pequeño», la inversión superará los 329.000 euros. En la Universidad Laboral la actuación consistirá en un pabellón con un importe a 1.300.000 euros.

Alberto Castro aludió a la ampliación de talleres tanto en el Centro de La vaguada como en el Centro de Viriato por una cuantía de 880.000 euros, 500.000 de los cuales para La Vaguada y el resto para el Centro de Formación de Viriato.

Recalcó la significación de «mantener la calidad del sistema educativo en la provincia», indicando que «son importantes las aulas, la confortabilidad, las dotaciones de gimnasios y, en definitiva, la educación que se presta en los estudios».

Hizo referencia a informes que «no dejan malparados a la Educación de Castilla y León», y expresó las sensaciones reinantes. «Somos optimistas pero no podemos ser conservadores en la Educación, y debemos pedir más compromiso y formación entre los profesores, así como mayor compromiso a los alumnos». A la vista de los datos, para el delegado Territorial la Junta «sigue comprometida con la Educación».

Seguidamente defendió la enseñanza en el medio rural. «Seguimos haciendo una apuesta importante por los centros del mundo rural, en algunos casos manteniendo colegios con muy pocos alumnos. El deseo es mantener los servicios en el mundo rural y seguiremos así». En el criterio de Castro, hoy es una suerte contar con un colegio con dos aulas, -como es el caso de Roales- y es algo generalizado». El delegado aseguró que «la Junta mantendrá su obligación de llevar el sistema educativo a los pequeños municipios. Algo que se da en Zamora y en la comunidad, pero no en otros sitios».

El acceso al colegio de Roales conlleva el cruzar la carretera N-630, con los peligros que conlleva. En días como ayer, al tráfico se une una densa niebla que eleva todavía más los riesgos. Una circunstancia que llevó a algunos vecinos a reprochar a la Alcaldía la elección de la ubicación del centro escolar.

El alcalde del municipio, el popular Miguel Angel San Martín Pecharromán, afrontó ayer esta cuestión y explicó que «cuando se buscó la ubicación se entendió que la elegida era la mejor. Vimos el problema que existía previo al colegio». Añadió que «la mayor parte del municipio está al otro lado de la N-630», y con miras a tomar soluciones «empezamos las convesaciones con la Delegación del Gobierno y a iniciar los trámites. Hacia septiembre me confirmaron que está previsto una señalización de carreteras -una señalización semafórica- y estamos esperando todavía. Me dicen que están hechos los informes técnicos para que se ejecute. El Ayuntamiento se compromete a unas pequeñas obritas, una valla y poco más, y esperamos que la Demarcación de Carreteras (dependiente de la Subdelegación del Gobierno Central) cumplan el compromiso lo antes posibles».

No obstante, afirmó que «la carretera es un elementos que en el municipio está muy en la conciencia; los padres y los niños son muy precavidos y ojalá no haya accidentes».

Alberto Castro compartió con profesores y alumnos de Roales unos momentos y pudo comprobar por sí mismo el optimismo imperante y los afanes educativos, plasmados éstos en múltiples detalles como los murales y eslóganes colgados por las paredes.

No dejó de llamar la atención, asimismo, el lamentable estado del camino de acceso hasta el centro escolar, un trazado de tierra que obliga a los conductores a marchar en primera y sorteando socavones que en época de agua pueden ser poco menos que piscinas.