La superficie arbolada calcinada cae más del 88% este año en Castilla y León

El consejero de Medio Ambiente presenta en las Cortes una campaña “excelente y excepcional”, que se salda con un 82% de conatos (menos de una hectárea)

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones. / Ical

La superficie arbolada calcinada cayó más del 88 por ciento este año en Castilla y León, con un total de 795 hectáreas quemadas, en un año que resultó “excelente y excepcional” en la comunidad en esta materia, al contrario que en los ejercicios precedentes, donde predominaron los grandes incendios forestales (GIF), aquellos que superan las 500 hectáreas, y que en 2023 brillaron por su ausencia.

Así lo resaltó hoy el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante su intervención, a petición propia del Grupo Socialista, en la Comisión del ramo, para hacer balance de la época de riesgo alto, que concluyó el 17 de octubre, si bien aclaró que esta aún no termina hasta el 31 de diciembre.

El consejero expuso que se han contabilizado unos “números muy favorables”, con 923 incendios, frente a una media de 1.400 en el último decenio, con una superficie forestal afectada de 3.700 hectáreas, frente a una media de en torno a 20.000. Esto se debe, manifestó, a las lluvias, a la responsabilidad de la población y a la eficacia del operativo.

La “buena noticia” se unen a los conatos, aquellos incendios que se quedan en solo una hectárea o menos, dada la “actuación rápida del operativo”. Así, este tipo de fuegos supusieron el 82 por ciento, 14 puntos menos que la media del decenio, lo que constata “números relevantes” de una campaña en que se puesto en marcha el nuevo operativo de extinción y prevención de incendios forestales, nacido de la reforma de los acuerdos del Diálogo Social, suscritos en septiembre de 2022.