El Complejo Peñuelas de San Blas de la Universidad de Salamanca (USAL) ha sido el lugar elegido para levantar un huerto con distintas plantas, como tomateras o lechugas, que tiene una peculiaridad muy especial, y es que los frutos de la tierra estarán cuidados por un robot.

Este sistema, diseñado a partir de una idea de estudiantes estadounidenses que pusieron su proyecto en manos de la ciencia para que se pudiera utilizar, se ha construido y modificado para mejorar su propuesta de origen en la institución académica salmantina.

Ahora, este robot, con un brazo que se mueve longitudinalmente por un carril, que se podría acoplar a cualquier otro espacio alargando su capacidad de movimiento, cuidará la vegetación sembrada o eliminará las malas hierbas que salgan, malas hierbas que también es capaz de reconocer a través de inteligencia artificial.

En su puesta de largo, con demostración de uso a los medios de comunicación, han intervenido el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, y los expertos Mar Marcos, de la Oficina Verde de la Universidad de Salamanca, y Gabriel Villarrubia, del grupo de investigación Esalab.

En concreto, el robot se ha situado en un bancal en altura de doce metros cuadrados de extensión que cuenta con sistema autónomo para la siembra, riego, eliminación de malas hierbas, grabación de imágenes y controles para un uso controlado e individual de agua para cada planta.

La idea para la que se ha creado es que, junto a otros dos huertos ecológicos y con manejo tradicional que se han situado en las mismas dependencias, el proyecto, de carácter experimental, sirva para la investigación y para tareas educativas y de concienciación medioambiental.