La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, confirmó ayer que la comunidad se encuentra inmersa en una cuarta ola del COVID-19 de la que “no se sabe la dimensión”, por lo que hizo una llamada a la prudencia ante un aumento de los casos que mantiene el riesgo “elevado”. No obstante, Casado se mostró confiada en que esta cuarta ola “no se parezca a la tercera”, en la que se sufrió una “multiplicación por 12” de la incidencia acumulada en cuatro semanas, porque de momento “las subidas son muy paulatinas” y porque “tener personas vacunadas va a tener una incidencia positiva”.

De hecho, los datos de ayer no fueron buenos. Y es que el número de casos de COVID-19 continúa aumentando; 88 contagios y tres muertos más en los hospitales. Desde el pasado 17 de febrero, la comunidad no registraba una cifra de nuevos infectados tan elevada, cuando fueron 487. Estas cifras corroboran que los casos siguen la tendencia al alza registrada en las dos últimas semanas, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad, y que suponen 45 infectados nuevos con respecto a ayer miércoles. De forma paralela, crecen los brotes activos, con 351 y 1.918 casos vinculados; también las altas hospitalarias, con 44 más hasta 28.217 pacientes. Si bien, el goteo de muertes continúa, con tres más ayer. En concreto, los decesos se registraron en los hospitales de Burgos, Salamanca y Valladolid.