Castilla y León registró la mayor pérdida relativa de población durante el primer semestre del año, un 0,42 por ciento, frente a un aumento nacional del 0,04 por ciento. En datos absolutos, entre el 1 de enero y el 1 de julio, la Comunidad, perdió 10.000 habitantes, hasta 2.391.308, mientras que el conjunto nacional ganó 18.953, hasta los 47.351.567, según los datos difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El INE destaca en su informe que las restricciones de movilidad por la COVID-19 “provocaron una reducción de los flujos migratorios, tanto exteriores como dentro de nuestras fronteras” a la que se sumó que “la mortalidad también se incrementó, por lo que el saldo vegetativo se redujo considerablemente”. 

En concreto, Castilla y León registró un saldo migratorio exterior positivo en 3.004 personas, pero perdió 265 efectivos en favor de otras autonomías. Sin embargo, el impacto de la COVID, provocó que el saldo vegetativo registrara 12.668 defunciones más que nacimientos.

Los datos que facilita el INE ponen de relieve que Castilla y León perdió 13.186 habitantes nacionales en el primer semestre del año, mientras que ganó 3.186 extranjeros. En este sentido, cabe destacar que la Comunidad vio desaparecer 1.610 foráneos de la UE y cinco de América del Norte, pero contabilizó 1.243 de otros países de Europa. Asimismo, sumó 2.376 personas procedentes de Sudamérica; 627 de África; 507 de Centro América y Caribe; 44 de Asia, y dos apátridas.

Todas las provincias sin excepción perdieron población en los meses de estudio. Salamanca (328.784) y Zamora (170.537), perdieron el 0,7 por ciento de su población en los meses de estudio; Ávila (158.098), León (456.723) y Soria (89.412), el 0,5 por ciento; Palencia (159.316) y Segovia (153.623), un 0,4 por ciento; y Burgos (354.996) y Valladolid (519.819), un 0,2 por ciento.

Por lo que se refiere a la población nacional, Soria (79.607), vio desaparecer a un uno por ciento; Zamora (163.135), sufrió una pérdida del 0,8 por ciento; Ávila (145.009), León (432.443), Salamanca (313.283) y Segovia (134.149), del 0,7 por ciento; Burgos (326.235) y Palencia (151.573), del 0,5 por ciento; y Valladolid (492.035), del 0,3 por ciento.

En cuanto a los foráneos, solo mermaron en Salamanca (15.501), un 0,7 por ciento; mientras que crecieron en Burgos (28.761) y Palencia (7.743), un 3,1 por ciento; en Soria (9.805), un tres por ciento; en Valladolid (27.784), un 2,4 por ciento; en León (24.280), un 2,2 por ciento; en Ávila (13.089), un dos por ciento; en Segovia (19.474), un 1,9 por ciento; y en Zamora (7.402), un 1,8 por ciento.

Por último, el estudio del INE indica que cinco autonomías perdieron habitantes en el primer semestre del ejercicio pasado, junto a Castilla y León, Asturias, un 0,34 por ciento; Extremadura, 0,25 por ciento; Galicia, 0,14 por ciento, y Castilla-La mancha, 0,1 por ciento. Por el contrario, Baleares y Canarias se situaron como las comunidades que más habitantes ganaron, 0,37 y 0,33 por ciento, respectivamente.