La Junta de Castilla y León pondrá en marcha un proyecto piloto para predecir la posibilidad de sufrir violencia de género a partir de patrones de comportamiento, utilizando técnicas de Big Data.

Según un comunicado del Ejecutivo, se partirá de los datos que recoge la Historia Social, lo que permitirá obtener un modelo que ayude a predecir de manera anticipada la mayor o menor probabilidad de sufrir violencia de género, a través de patrones de comportamiento elaborados.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, presidio hoy miércoles la reunión ordinaria de la Sección de Género del Observatorio de la comunidad de Castilla y León. Además, avanzó la mejora de la atención a huérfanos víctimas de violencia de género en la comunidad, incrementando las cuantías de las ayudas y el tutelaje legal.

Durante su intervención, el presidente afirmó que, en un año especialmente difícil, se ha continuado impulsando mejoras en la lucha contra la violencia de género, que recordó es una de las prioridades que se marca la Junta. Tras recordar a todas las víctimas mortales, explicó que el COVID-19 no ha logrado frenar la atención que desde la Junta se ofrece a todas las personas afectadas por esta lacra. 

Así, explicó que “desde el minuto cero establecimos que su atención era un servicio esencial, reforzamos la coordinación institucional y aplicamos las adaptaciones necesarias”.

En este punto, reconoció la labor que realizan los profesionales dedicados a la lucha contra la violencia de género sin cuya implicación aseguró que la atención integral a las víctimas no sería posible: coordinadores de caso, profesionales de la psicología, abogacía, sanitarios, educadores y colaboradores de entidades del tercer sector, fuerzas y cuerpos de seguridad.

Informe 2020

En 2020 se han activado 2.955 expedientes por violencia de género en Castilla y León. Por edades, el grupo que ha sufrido más casos de violencia es el de 31 a 45 años, que aglutina el 46% de los casos. El 74,7% se registraron en el ámbito urbano y el 34,48% afectó a mujeres especialmente vulnerables.

En total, se interpusieron 2.192 denuncias y se solicitaron 664 órdenes de protección, de las cuales se concedieron 522 lo que representa el 78,6 por ciento del total. En la actualidad, 1.403 mujeres en Castilla y León tienen alguna medida de protección.

En cuanto a los recursos y prestaciones de la Red de atención integral a las víctimas de violencia de género en Castilla y León, el servicio de atención telefónica 012 mujer registró 5.054 llamadas y 120 víctimas recibieron asesoramiento jurídico por las corporaciones locales y 115 por Cruz Roja. Además se prestó el servicio de asistencia letrada por delitos de agresión sexual en 32 procedimientos penales.

Igualmente se ofreció apoyo psicológico a un a total de 1.425 personas de las que 1.215 fueron mujeres víctimas de violencia de género, 150 menores, 21 personas dependientes de la víctima y 39 maltratadores.

Nuevas actuaciones 

En cuanto a las nuevas actuaciones previstas, se continuará evaluando las políticas públicas de género y prevención para poder analizar los resultados, creándose para ello un sistema de indicadores.

El principal objetivo es que los Servicios Sociales no sólo sean una puerta de entrada para la atención a las víctimas de violencia de género sino también una puerta de salida con nuevas oportunidades de desarrollo personal y profesional. Para ello se planificarán y diseñarán itinerarios de inserción sociolaboral.

La Junta seguirá apostando por la formación especializada, por la promoción de la mujer rural y por el fomento de la igualdad de oportunidades en las edades más tempranas a través de la educación. Además, se potenciará la innovación reforzando la colaboración con las Universidades, las entidades del tercer sector y las entidades locales. Y por último se aplicará la concertación de servicios en la atención a las víctimas de violencia de género.