Una bandada de buitres acabó la pasada madrugada con la vida de una vaca y un ternero recién parido en una explotación ganadera ubicada en la localidad salmantina de Morasverdes. Además, otros dos ataques de buitres y meloncillos, con apenas diez días de diferencia, mataron a otra vaca y dos terneros en una explotación situada en San Pedro de Rozados.

Los ataques fueron denunciados esta mañana por la organización profesional agraria Asaja Salamanca, dando voz, sobre el último de los ataques, acaecido en Morasverdes, a la propietaria de la explotación, Rosa María Rubio, quien señaló que encontró a su vaca "muerta, con los ojos y las ubres picados, y del ternero solo dejaron los huesos", informó Asaja Salamanca.

La ganadera salmantina lamentó que los buitres "no tengan el suficiente alimento" y que, por ello, ataquen al ganado indefenso, lo que llevó a Asaja Salamanca a pedir a la Junta que ampare "indemnizaciones por los daños que causan los buitres dentro del sistema compensatorio por daños de la fauna salvaje", puesto que la alimentación de estas aves está cambiando y "han dejado de ser carroñeras para atacar a animales indefensos".

"Son muchos los ataques que se suceden en la provincia de Salamanca por buitres debido a la falta de alimento", continuó explicando Asaja en el comunicado remitido a Ical, en el que además señala que "los afectados no denuncian porque la Administración regional no lo contempla como indemnizable", por lo que critican que "nadie se está haciendo cargo de esta situación". 

Dos ataques en San Pedro de Rozados

También la organización profesional agraria denunció la sucesión de dos ataques, en un periodo de 10 días, en una explotación ganadera de San Pedro de Rozados, donde el pasado 30 de octubre una bandada de buitres acabó con la vida de un ternero al encontrarse inmóvil por estar dormido.

Tal y como explica el ganadero afectado, diez días antes otro ataque, en este caso de meloncillos, acabó con una vaca "que estaba de parto en ese momento" y con la vida del ternero recién nacido, dejando a este último "sin hocico ni lengua" y a la madre "sin las ubres".

Por ello, y además de reiterar su petición para que se atiendan los ataques de buitres como pérdidas generadas por fauna salvaje, Asaja Salamanca también solicita a la Junta de Castilla y León que los meloncillos sean "controlados" como especie invasora del norte de África puesto que "no es una especie cinegética y está acabando con las especies autóctonas".