El Juzgado de lo Penal número 1 de Segovia ha condenado a un año de cárcel al gestor de una planta de residuos del municipio segoviano de Fuentepelayo y ha cerrado la instalación, al considerar que su mala gestión, "potencialmente contaminante", supone un "peligro grave" para el entorno.

Según una sentencia remitida este martes por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, el gestor de la empresa Agraman, J.F.C., es responsable de un delito contra el medio ambiente al haber puesto en peligro el equilibrio de los sistemas naturales tanto de las aguas como del suelo del terreno.

Además de un año de cárcel, la sentencia impone al empresario una multa de doce meses con una cuota de seis euros al día y la inhabilitación para gestionar residuos durante 18 meses y a la empresa, otros doce meses de multa y el cierre por dos años.