El Juzgado de lo Penal número 2 de Valladolid condena a una fisioterapeuta de una clínica de la ciudad a la pena de multa de seis meses y la inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de fisioterapeuta durante otro medio año por un delito de lesiones como consecuencia de una imprudencia profesional "grave". Además, se le impuso una indemnización de 6.425 euros por el daño causado a un joven.

Según informó la Asociación "El Defensor del Paciente", la sentencia, en estos momentos, es firme. La organización explicó que en marzo de 2017, cuando el afectado tenía 22 años acudió a una clínica de Valladolid, con la finalidad de recibir tratamiento rehabilitador en relación con una dolencia muscular en el hombro.

En el establecimiento trabajaba la fisioterapeuta condenada, que le aplicó una electrólisis percutánea intratendinosa (EPI) en los músculos romboides y subescapular, con una aguja roma y flexible, sin haber tomado las medidas adecuadas y precisas para la aplicación de la técnica.

Como consecuencia de la mala praxis, perforó la pleura al joven paciente, produciéndole “neumotórax “-que precisó para su curación, además de una primera asistencia facultativa de los servicios del 112, tratamiento médico con ingreso hospitalario, inicialmente en el servicio de urgencias del Hospital Universitario Río Hortega, siendo posteriormente derivado e ingresado -una vez diagnosticado-, en el Servicio de Neumología.