La red de carreteras del Estado en Castilla y León presenta 13 tramos ´negros´

En ese sentido, por provincias, Ávila presenta cuatro tramos con un riesgo alto; Burgos, tres; León, uno; Soria, dos y Zamora, tres. En el resto, la peligrosidad es menor. Así, Palencia presenta tres de riesgo medio y 16 de riesgo bajo; Salamanca, tres de riesgo medio y 15 de riesgo bajo; Segovia, cinco de riesgo medio y 13 de riesgo bajo y Valladolid, tres de riesgo medio y 22 de riesgo bajo. De esta forma, según el informe el mayor porcentaje de tramos tienen un riesgo medio baja o bajo.

En cuanto a los más peligrosos, tras el tramo Soria de diez kilómetros entre Navaleno y la provincia burgalesa, ocupa el segundo lugar el ubicado en León en la N-625 de Sahechores a Villapadierna, también de diez kilómetros. Le sigue, el abulense de 15 kilómetros en la N-629 entre Revilla y el límite con Cantabria y el abulense de la N-502 entre El Barraco y Cuevas del Valle de 14 kilómetros. Además, el informe destaca en Ávila la peligrosidad del tramo de la N-501 entre Aveinte y Chaherrero; el de la N-403 entre El Barraco y la A-51 y el de la N-502 de de Venta Pinilla a Solosancho.

Asimismo, el estudio EuroRap también considera peligroso en Burgos los tramos de la N-627 del cruce con la N-623 y de Llanillo a Aguilar de Campo. En la provincia de Soria, califica como tramos ´negros´ el de la N-111 en Lubia (Soria) y en Zamora los de la N-122 de Alcañices a la variante de Sejas; el de la N-631 en Pozuelo de Tábara y el de la N-630 entre los kilómetros 276 y 277.

De esta forma, en Castilla y León las carreteras con tramos de especial peligrosidad son las N-502, N-501, la N-403 en Ávila; la N-629 y la N-627 en Burgos; la N-625 en León; la N-234 y la N-11, en Soria y la N-630, N-631 y N-122 en Zamora. No obstante, las provincias que tienen mayor porcentaje de tramos con un índice de riesgo alto son Granada y Huesca. Por carreteras, el tramo con mayor índice de peligrosidad es el que se sitúa en la N-340, del kilómetro 296,4 en Málaga al 312,9 en Granada.

En el trabajo se han considerado las vías con una intensidad media diaria por encima de los 2.000 vehículos al día, lo que permite una mayor precisión de los resultados. Del total de vías analizadas, el siete por ciento presentan un riesgo elevado, lo que supone cerca de 1.100 kilómetros, de los cuales 102 kilómetros son de riesgo alto, los conocidos como tramos negros. Con respecto al informe 2009, se observa una reducción en los tramos de riesgo alto y medio-alto, pasando del 12,4 al 7,1 por ciento de la actual campaña de evaluación de carreteras, con un total de 1.104 kilómetros de riesgo elevado.

Esto supone un descenso de las vías peligrosas de unos 700 kilómetros respecto al informe del año pasado. Por otro lado, aumentan del 15,9 al 25,2 por ciento el número de tramos con riesgo bajo, lo que también significa una mejora en la seguridad de las vías españolas. Además, tres obras de mejora, una en la provincia de León en la N-120 y dos en la provincia de Palencia en la N-610 y la A-67 (Autovía de la Meseta), afectan a tres carreteras donde más ha descendido la siniestralidad.

El perfil de un tramo con nivel de riesgo elevado (alto y medio-alto) correspondería a una carretera convencional de calzada única, con intersecciones al mismo nivel y con una intensidad media de diaria por debajo de 10.000 vehículos al día (todos los tramos ´negros´ corresponden a carreteras con entre 2.000 y 10.000 vehículos día). En estas carreteras se producen, principalmente, accidentes con víctimas originadas por salidas de vía (41 por ciento), seguida de colisiones frontales (23 por ciento).