El portavoz de la Junta de Castilla y León y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, ratificó el cambio de postura adoptado por el Gobierno regional ante la posibilidad de que la Comunidad albergue el cementerio nuclear al que optan tres localidades de la región. “Ya no vinculamos la decisión de apoyar o no el ATC a que el Ejecutivo central rectifique sobre el cierre de Garoña. Seguimos exigiendo que no cierren Garoña, pero no van a contar con nosotros para instalar el ATC. Aquí no”, recalcó.

En ese sentido, el consejero se mostró confiado en que “Castilla y León va a tener suerte, porque la decisión del posible cierre de la central deberá asumirse en 2013, y todo apunta a que para entonces Rodríguez Zapatero ya no estará en el Gobierno, algo que beneficiará al as mil familias que perderían su empleo su el cierre se hiciera efectivo”.

De Santiago-Juárez justificó el cambio de postura de la Junta “tras contemplar las últimas decisiones del Gobierno central, que ha atendido las recomendaciones del Consejo de Seguridad Nuclear en todos los casos menos en lo referido a Garoña”. Además, recalcó que la Junta “no conoce en absoluto si en estos momentos ya se ha tomado la decisión de dónde se ubicará el ATC”, ante las acusaciones lanzadas desde las plataformas antinucleares de la región, que exigían a la Administración autonómica que se hubiera pronunciado antes.

“En el caso de Garoña, decidieron cerrar la central caprichosamente, apoyados en una decisión con una fuerte carga ideológica. Dijeron que lo hacían por respeto a su programa electoral, cuando lo primero que deberían haber respetado es a las mil familias que pueden perder sus empleos. Y piden respeto a su programa ellos, con la que está cayendo… Han reducido la calidad de vida de los pensionistas, han rebajado los sueldos a los funcionarios, han suprimido alas ayudas a la natalidad y han mermado los derechos de los dependientes. Si ni siquiera ellos respetan su programa…”, concluyó.