Los pagos que aparecen reflejados en las anotaciones de los ex tesoreros del PP, Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta, no tributaban a Hacienda porque se entregaban como gastos de representación que los supuestos beneficiarios no tenían que justificar, según la información del diario 'El País'.

En el caso de que no los hayan declarado, los dirigentes del PP que, como Francisco Álvarez-Cascos, aparecen en los papeles de Bárcenas y Lapuerta, habrían cometido una infracción tributaria. No hay delito fiscal porque las cantidades son inferiores a los 120.000 euros al año.

Además, llegado el caso, únicamente se podrían perseguir las infracciones que sean posteriores al año 2007. Las anteriores se consideran prescritas.