Avatar: del cine a la conciencia ecológica junto a James Cameron

El 18 de diciembre de 2009 se estrenó Avatar, la película que James Cameron dirigió y que marcó un hito, hace ya más de 14 años, en la digitalización de escenas cinematográficas. Puso un jalón histórico en la creación de todo un universo onírico y su estética y guion marcaron un antes y después en cómo se percibía la nueva conciencia ecológica.

Avatar: interpretación Javi Royo

Avatar: interpretación Javi Royo / Javi Royo

Atala Martín

Porque, ¿Qué mejor que salirse del propio cuerpo y del propio mundo para advertir que los recursos, si no se cuidan, se terminan? Avatar presentaba un mundo muy diferente, Pandora, lleno de biodiversidad y belleza natural al que se pretendía esquilmar su principal fuente de energía. La película muestra la devastación causada por la explotación de recursos naturales y se clavó en nuestra mente concienciándonos de la importancia de conservar nuestros propios ecosistemas en la Tierra y reducir nuestra huella de carbono para proteger la biodiversidad y los paisajes naturales. En la película, advertimos además cómo la tecnología se utiliza tanto para dañar como para preservar el medio ambiente, porque Avatar también nos amonestaba sobre la degradación de Pandora. Generó entonces una conciencia que nos recordaba los impactos negativos de nuestras acciones, amén de que la cinta se erigió como defensora de los derechos indígenas y su lucha por proteger sus tierras y formas de vida. Todo esto resultó ser un punto de partida para discutir la importancia de respetar los derechos de las comunidades indígenas y su papel en la conservación de los bosques y la biodiversidad.

Avatar es, a día de hoy y después de 14 años, una plataforma para discutir y promover la conciencia sobre la importancia de reducir nuestra huella de carbono y tomar medidas concretas para proteger nuestro planeta y sus ecosistemas y ha creado diversos movimientos por la acción que ha motivado a muchas personas a involucrarse en iniciativas que buscan alcanzar una huella de carbono cero, como la adopción de energías limpias, la reforestación, la economía circular y la reducción de residuos.

También Avatar 2 (2022) ha resultado una oda a la biodiversidad cuyo objeto ha sido, en palabras del propio Cameron: “concienciar a la humanidad sobre el cuidado del planeta”. De tal manera que la "major" americana creó una especie de crowfounding: Mantengamos nuestros océanos increíbles, a través de la cual los usuarios pueden crear su propia criatura oceánica inspirada en la película y añadirla al Océano Virtual de Pandora. Por cada personaje creado, Disney Planet Possible dona 5 dólares a The Nature Conservancy, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la conservación de la biodiversidad y el medio natural. La inspiración de Avatar nos traslada a lugares insólitos, pero no olvidemos que es el nuestro, el planeta azul, el que necesita de nuestro cuidado. El compromiso social conjunto, pero también el individual de las organizaciones, es clave en el objetivo común de luchar por la conservación del capital natural.

Por eso, las iniciativas medioambientales, como las de Naturgy cuyos principios están recogidos en su Política de Medio ambiente, son tan importantes en la situación actual de crisis climática y ecológica. En este caso concreto, la compañía trata de regular y establecer las pautas que deben regir el desarrollo de todas sus actividades en materia de gestión ambiental para cumplir con los compromisos adquiridos en su Política de Responsabilidad Corporativa, que está alineada con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para remar en el fin común. Y para cumplir estos compromisos, Naturgy asume voluntariamente ser un actor clave en la transición energética hacia un modelo de economía circular y descarbonizado, comprometiéndose a ser neutra en carbono como muy tarde en 2050, reduciendo el total de las emisiones de alcance 1, 2 y 3 de acuerdo con las sendas 1,5ºC – 2ºC del Acuerdo de París.

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Respetar el capital natural, la biodiversidad y el patrimonio en los entornos en los que la compañía trabaja no es sólo un marco de palabras ni una forma de afrontar la reducción de huella de carbono, sino que sostenibilidad y economía (inversiones en este caso), vienen de la mano. No es posible lo primero sin lo segundo y conscientes de ello, la supervisión de la evolución y el papel de Naturgy en la transición energética, así como de todos sus indicadores medioambientales, de seguridad y salud y de responsabilidad social, recae en la Comisión de Sostenibilidad del Consejo de Administración, que supervisa periódicamente la gestión de los riesgos y oportunidades ambientales y la evolución del desempeño mediante el seguimiento mensual y trimestral de los principales indicadores y objetivos. Los hechos les avalan y los indicadores demuestran la apuesta por la gestión responsable del medio ambiente.

Y hablando de resultados, Avatar (2009) sigue siendo la película más taquillera de la historia con la mayor recaudación en taquilla a nivel mundial. En este punto merece la pena preguntarnos ¿en verdad la película creó conciencia? Los fans de la película, que se han reunido en torno a una comunidad llamada Kelutral aprendieron Na´vi, algunos empezaron a meditar para acercarse a la naturaleza, otros se plantearon el vegetarianismo y hubo quienes se unieron al activismo ecológico de manera desmedida. El "fandom" de Avatar se caracteriza por una fuerte conexión emocional con la película y, en algunos casos, espiritual o incluso religiosa.

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Pero este movimiento ha ido más allá del fenómeno fan. El éxito de la cinta de Fox no fue solamente de taquilla, sino que consiguió lo inaudito: crear una conciencia común. Los marcos teóricos nos ayudaban a comprender y contextualizar mejor los problemas que enfrenta el planeta y la sociedad: aumento de la temperatura, disminución de los casquetes polares, huella de carbono, etc… además, Avatar nos llenó de experiencias y de sensaciones memorables, muy gratificantes. El 18 de diciembre ha marcado un hito, cierto, y además ha sellado un nuevo pacto de la humanidad con la naturaleza: el cuidado de la misma.

El proyecto #BuenaHuella es una acción liderada por Naturgy que reúne a los principales grupos de comunicación del país bajo un solo proyecto de sostenibilidad. La clave de esta iniciativa radica en su total sostenibilidad, ya que se han aplicado medidas para reducir las emisiones de CO2 durante el proceso de creación del contenido y, además, se han neutralizado las emisiones generadas mediante el proyecto de reforestación ‘Bosque Fundación Naturgy’. Se ha trabajado en la medición, reducción y neutralización de las emisiones de todos los contenidos, siguiendo el mismo eje temático orientado a explicar al público sobre cómo reducir la huella de carbono. Este proyecto forma parte de la estrategia del grupo Naturgy para seguir desarrollando acciones que ayuden a mitigar los efectos del cambio climático y favorecer la transición energética hacia una economía neutra en carbono.

Buena Huella